EL CARTÓGRAFO, memorias y olvidos

Varsovia es el punto de partida para una reflexión sobre la historia humana

Actúan: Mario Alarcón, Luis Campos, Jazmín Diz, Gustavo Pardi, Elena Roger, Ana Yovino – Música y diseño sonoro: Cecilia Candia – Iluminación: Jorge Pastorino – Escenografía y vestuario: Graciela Galán – Autor: Juan Mayorga – Dirección: Laura Yusem

El mapa no es el territorio, repetía el pensador británico Gregory Bateson; aunque la metáfora no era suya, sino del lingüista polaco Alfred Korzybski. El mapa es una recolección de diferencias: la mirada de cada persona reconoce en su entorno ciertos elementos, al mismo tiempo que descarta otros. Omnis determinatio est negatio, señalaron en su hora tanto Hegel como Spinoza.

Cada vez que reconocemos algo, estamos dejando algo más en segundo plano. O lo dejamos de ver de manera absoluta. Seguramente otras personas verán, de ese mismo territorio, cosas diferentes. Ser un buen cartógrafo supone tener un criterio adecuado y una mirada precisa a la hora de realizar estos reconocimientos. Sabiendo diferenciar, por ejemplo, lo importante de lo irrelevante.

Cuando uno habla de mapas, por lo general piensa en geografías. Pero también el tiempo es parte de estas representaciones. Por empezar está el tiempo en el cual el cartógrafo realiza su trabajo, distinto de aquel en el cual dicho mapa habrá de ser leído. Luego el mapa nos habla, también, de las consecuencias propias del paso de los años: un edificio que estaba allí ha desaparecido, un local que solía servir para algo ahora cumple otra función, un bosque se ha hecho más pequeño, hay monumentos que antes no existían.

Finalmente hay también mapas que se superponen: las mismas calles que recorremos hoy han sido recorridas antaño por otros seres que ya no están, o que hoy son otros, lo cual en cierto sentido es lo mismo. Sin embargo, acaso sigue habiendo conexiones a través de estos tiempos distintos. Y de esto trata El cartógrafo, escrita por el madrileño Juan Mayorga y dirigida por Laura Yusem.

Entonces los mapas también sirven para resguardar la memoria, para proteger a las personas, sus contextos, sus circunstancias, del olvido. En este caso la obra está centrada en un mapa -en muchos mapas- del gueto de Varsovia, precisamente la ciudad en la cual nació Korzybski, citado en el inicio de estas líneas. Y no es una elección inocente, puesto que también una obra de teatro puede ser considerada un mapa. Y un mapa jamás es inocente. Aun cuando esto no quiera decir que sea culpable de ningún modo.

Una notable Elena Roger, junto a Mario Alarcón, Horacio Acosta, Gustavo Pardi, Ana Yovino y Jazmín Diz, integran un elenco preciso y expresivo. El diseño escenográfico, que modificó la tradicional disposición de la sala Cunill Cabanellas, ofrece una bienvenida relación de proximidad con los actores y la escena.

El cartógrafo es una obra que merece ser vista y apreciada en diferentes niveles. Se refiere a la ciudad de Varsovia y a la historia de su gueto. También -como un mapa que puede ser leído en diferentes niveles- nos habla de la humanidad, de sus miserias y sus logros, de la relación entre las personas, de las búsquedas, de los encuentros, y de las mecánicas que ponemos en juego a la hora de percibir y de representar nuestros mundos.  Germán A. Serain

Miércoles a domingos a las 20.30
Teatro San Martín
Sala Cunil Cabanellas

Av. Corrientes 1530 – Cap.
0800-333-5254

complejoteatral.gob.ar

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