CUANDO EL TIEMPO ESTÁ DESPUÉS, doloroso secreto

Tremendo relato en el conurbano bonaerense, con la impronta de Rosaura y Segismundo

Cuando el tiempo está despuésActúan: Nicolás Condito, Jorge Diez, Natalia Pascale, Mariela Rodríguez y Marcela Ruiz – Voces en off: Alejandro Awada, Hilda Bernard y Edward Nutkiewicz – Iluminación: Paula Fraga – Dramaturgia y Dirección: Jorge Acebo

El escenario, con espacios demarcados en el piso, señala fronteras de la interesante experiencia teatral. Los actores entran y se presentan individualmente, mencionando sus nombres reales y la definición del personaje que interpretarán. Durante la representación, si no actúan, permanecerán a la espera de su momento sentados entre imaginarias bambalinas. Con la misma transparencia cambiarán sus ropajes y generarán los lugares necesarios para la acción. El autor de Cuando el tiempo está después, Jorge Acebo, dice haber abrevado en La vida es sueño. Podría ser, en cuanto a la idea de Calderón. Sin embargo, el relato nos remeda más rápidamente el caso Fritzl, un hecho conmocionante sucedido en Austria. Pero la acción sucede en González Catán, Provincia de Buenos Aires. Allí está el joven que, a punto de cumplir 21 años, vive desde los 4 encerrado por su padre en el sótano de la casa.

En un texto que deja elementos en la superficie, Acebo se encarga de generar el suspenso a través de las acciones que tienen momentos dramáticos y aterrorizantes, a veces en total oscuridad y con cierta violencia, que contrastan con la cotidianeidad de una casa que aparenta una vida normal y sencilla. Sólo el ama de casa, que protagoniza estupendamente Marcela Ruiz, parece saber todo y manejarlo a su arbitrio. He aquí, justamente, el alma de la pieza, la mujer que confunde Cabo Polonio con Polonia, la que menos habla pero todo lo expresa, cuya elocuencia en las miradas impresiona. Los tiempos y gestos que maneja la actriz evidencian un trabajo histriónico admirable, sustanciada profundamente en un ser indefiniblemente misterioso cuya conducta terminará mostrando ciertas vetas, aunque nunca todas.

El personaje del padre está bien llevado por Jorge Diez, aun con momentos de sobreactuación. La hija, interpretada por Mariela Rodríguez -a quien cuesta entender su confusa dicción-, se luce en los íntimos encuentros con su hermano, aprovechando aciertos del texto que brindan un respiro a la tragedia, como el hecho de que Casa de Muñecas, de Ibsen, es “un libro de minas”. Su amiga en la ficción, Natalia Pascale, hace una muy precisa labor. En tanto, Nicolás Condito, en su primera experiencia teatral, lleva a buen puerto su creación de la víctima, con un arduo trabajo que incluye desnudo total y escenas de sexo.

Ya fuera de la sala, las reflexiones sobre vida o sueño, realidad y fantasía, atrocidades y escapismos, vínculos y valores de todo tipo, seguirán dando vueltas por un largo rato. Martin Wullich

CUANDO EL TIEMPO ESTu00c1 DESPUu00c9S - www.martinwullich.com

Cuando el tiempo está después
se dio hasta octubre 2013

Teatro Payró
San Martín 766 – Cap.
(011) 4312-5922
Marcela Ruiz en este Portal

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