AVI AVITAL, en el Yellow Lounge

El mandolinista israelí pasó por Buenos Aires, convocado por la UNSAM y Universal Music Argentina

Antes de comentar la presentación de Avi Avital, es importante saber que por segundo año consecutivo, como en otras ciudades del mundo, en el Centro de Arte Experimental de la Universidad Nacional de San Martín, se hizo el encuentro diseñado por  Deutsche Grammophon, como un modo de difundir la música clásica en un formato renovado y los artistas más actuales de la tradicional discográfica alemana.

Si Yellow remite al color característico del sello en cuestión, la expresión Lounge es un poco más esquiva: podría asociarse con la idea de música ambiental, con un contexto entre relajado y cool en el cual los sonidos hibridan sin demasiado esfuerzo, aunque esto último pueda y deba ser leído en parte como una solapada crítica.

En el comienzo, sobre un lateral alejado del escenario, un DJ (disc-jockey) llamado Sebastián Verea se encargó de introducir, acaso demasiado extensamente, lo que vendría después, mientras la VJ  (video-jockey) Gisela Fauré  tomaba a cargo los muy atractivos juegos de luces (uno de los lemas de la convocatoria fue “Usá tus ojos como oídos”). La labor del DJ, que se repetió en el intervalo -ya sin que el público le prestase demasiada atención- vendría a ser la producción de piezas sonoras a partir de fragmentos tomados de otras fuentes, lo cual deja un margen bastante amplio para discutir en cada caso (y esto casi nunca quedará del todo claro para quien escucha) cuánto hay en esta práctica de legítima producción creativa y cuánto de mera reproducción de algo que preexiste.

Lo cierto es que, más allá del vistoso sombrero que lució Verea, y sobre todo a la luz del contraste con lo que vendría después, a uno le vino a la mente aquella lapidaria expresión que alguna vez Pappo le dedicó a otro DJ: «Yo brindo por que la música tocada en vivo por seres humanos triunfe. Porque resulta que uno se pasa la vida estudiando un instrumento, y viene otro, enchufa un pasadiscos y dice que toca. Mejor conseguite un trabajo honesto.»

Finalmente llegó el turno de Avi Avital, acompañado por los integrantes del Cuarteto Petrus, ampliados con la incorporación de Luis Tauriello en contrabajo. El programa abrió con una excelente versión de las Danzas populares rumanas de Béla Bartók, continuó con una pieza de Ernst Bloch para mandolina sola, y tres miniaturas del georgiano Giorgi Tsintsadze.

Todo el programa se ubicó a medio camino entre lo clásico y lo folclórico. Después de un intervalo siguió el Concierto en Re menor de Bach, una de las Canciones populares españolas de Manuel de Falla y una versión de Fuga y misterio de Astor Piazzolla. El bis vino por el lado de Vivaldi y uno de los movimientos de El Verano.

Distentido, jovial y talentoso, Avi Avital es uno de los actuales niños mimados de Deutsche Grammophon y en su presentación demostró que tiene sobrados méritos para serlo. Sin embargo, hubo sabor a poco. El Cuarteto Petrus estuvo relegado a un plano de acompañante, y hubiese sido bueno darle mayor protagonismo. La confluencia del recital con la música pasada por el DJ no se terminó de comprender y fue como un matrimonio demasiado forzado, con dos naturalezas muy diferentes.

Conceptualmente, el Yellow Lounge del año pasado fue mucho más interesante, con el compositor alemán Sven Helbig, quien ofreció un concepto novedoso y original no solo desde la puesta, sino también desde lo musical. Si la idea era destacar una creación académica contemporánea, una buena opción hubiese sido, por ejemplo, convocar al argentino Osvaldo Golijov, quien de hecho también es artista del sello amarillo.

De todos modos hay que celebrar este tipo de acciones, con acceso gratuito, pues son un excelente modo de acercar nuevos públicos a la música clásica que, lejos de ser una especie del pasado, está siempre en permanente y sana renovación.  Germán A. Serain               

Fue el 1º de noviembre de 2014
Centro de Arte Experiemntal de la UNSAM
Sánchez de Bustamante 75 – Cap.

Avi Avital en el Yellow Lounge - Buenos Aires - 2014

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