Ahora después – Actúa: Federico Ottone – Espacio escénico e Iluminación: Gonzalo Córdoba – Sonido: Mauro García – Vestuario: Daniela Dearti – Dramaturgia: Guido Zappacosta – Dirección: Héctor Díaz
El protagonista de este unipersonal, un adolescente deportista que fue sobreviviente de Cromañón, se convierte en testigo de la muerte de su padre y de los devastadores detalles de su enfermedad.
La revisión de la relación de un padre con un hijo es lo que guía todo el monólogo que no por extenso deja de generar interés. Esa reconstrucción del vínculo sucede en el poco tiempo que transcurre desde que la familia se entera de la enfermedad y se desencadena lo peor. Padre e hijo van a la cancha pero el padre termina en un hospital y el protagonista no sabe si habrá salida; es más, está seguro del desenlace y aún así lucha con todas sus fuerzas para mantener la vida que hay en su entorno.
Una planta enredadera que crece en demasía y molesta a su vecino puede ser la metáfora de esa vida que se expande y continúa más allá de la muerte. Porque cuando el vínculo es fuerte, la muerte no es capaz de detenerlo. Y ¿cuándo decirle a tus padres que los amás? ¿Ahora o después? La respuesta es, claramente, ahora. No se sabe lo que su sucede posteriormente. La vida es tan frágil y efímera, y no ofrece garantías. El padre del protagonista deja de fumar pero ya es demasiado tarde y así se consume una vida.
El protagonista tiene sueños delirantes que se confunden con la realidad. Su deseo sería que un milagro le devolviera a su padre los años que la enfermedad le ha quitado. En ese mismo momento de agonía fallece el mejor amigo de su padre. Y esa sincronicidad sorprende tanto al hijo, que ninguno de los dos se haya podido enterar de que el otro murió. Estamos ante un relato explícito que no escatima detalles de cuestiones físicas ni de sentimientos. Ahora después ha ganado el premio Contar; el teatro Picadero, con muy buen criterio, la pone en escena. La conjunción de la actuación de Federico Ottone y el texto de Guido Zappacosta con la concisa marcación de Héctor Díaz genera un impacto que llega hasta las lágrimas. Milly Vázquez
Sábados a las 22.45
Teatro Picadero
E. S. Discépolo 1857 – Cap.
Entradas por Plateanet
y en boletería del teatro
(011) 5236-3000
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