LA VIUDA ALEGRE, júbilo y emoción

Las partidas de Karina Olmedo y de Alejandro Parente fueron una fiesta

La viuda alegre – Intérpretes: Marianela Núñez (primera bailarina del Royal Ballet de Londres), Karina Olmedo, Alejandro Parente y Juan Pablo Ledo (primeros bailarines del Teatro Colón) – Ballet Estable del Teatro Colón – Dir.: Paloma Herrera – Orquesta Estable del Teatro Colón – Dir.: Manuel Coves – Coreografía: Ronald Hynd – Música: Franz Léhar

LA VIUDA ALEGRE (momentos) - Teatro Colu00f3n 2018 - www.martinwullich.com

¡Qué difícil es para un artista determinar cuál es el momento justo para su retiro! Mucho más en una disciplina como la danza, que requiere de tanta precisión física, pero también donde el peso escénico y la solvencia artística no se alcanzan sino hasta la madurez real, cuando la experiencia de vida da sus frutos en cada interpretación. Y justo en ese momento, cantidad de factores hacen que la despedida de la escena sea considerada incluso por artistas que aún tienen mucho para dar.

El Ballet del Colón está viendo partir a una generación que ha dejado su huella en ese histórico escenario, primeras figuras con distintas personalidades, impresas en cada personaje que asumieron. Nombres como los de Silvina Perillo, Cecilia Mengelle, Vagram Ambartsoumian, Gabriela Alberti, Maricel De Mitri, entre muchos otros, nos remontan a veladas imborrables. Más allá de la nostalgia, en algunas compañías del mundo existen elencos de “veteranos”, que continúan en actividad con obras adecuadas para esa nueva etapa. El Colón no tiene -ni proyecta- tal alternativa; sería bueno contemplarlo alguna vez, o por lo menos convocar a artistas retirados para cubrir papeles de carácter, que tantas veces juegan un rol importantísimo dentro de una obra.

Pero vayamos a lo que fue la magnífica despedida de los primeros bailarines Karina Olmedo y Alejandro Parente, en distintas funciones, en el marco de las representaciones de La viuda alegre, estreno para la compañía. En el Teatro Colón, el Ballet de Santiago de Chile había representado la obra en 1996; se trata de una recreación de la opereta homónima, que el gran Franz Léhar estrenó casi el último día de 1905. La coreografía del inglés Ronald Hynd abunda en detalles dramáticos de impar simpatía, a la vez que exige un buen trabajo de partenaire, dotes de comediante en los solistas, y mucho dinamismo en el cuerpo de baile.

La ovación que envolvió a Karina desde su entrada marcó el intenso clima de emoción que recorrió toda la velada del 4 de agosto. En el público había gran cantidad de bailarines y ex bailarines de la casa, autoconvocados para la ocasión, como Silvia Bazilis, Roberto Dimitrievich, Liliana Belfiore, Hugo Valía, Silvina Perillo, Maricel De Mitri, Miriam Coelho, Jorge Amarante, Analía Sosa Guerrero, entre muchos otros .

Dueña de la escena, la elegancia y seguridad de Olmedo se hizo evidente en cada paso, en cada gesto. A sus 47 años, la bailarina -en increíble estado físico- se metió en la piel de Hanna Glawari, la viuda acaudalada a la que los diplomáticos de Pontevedro quieren casar a toda costa con Danilo, y así asegurar que su fortuna quede en el país. En clave de comedia, la historia fue ideal para mostrar la faceta histriónica de Olmedo y disfrutar de su entrega y su impecable calidad técnica. Acompañada por Juan Pablo Ledo -todo un descubrimiento en su rol de comediante-, y los excelentes Carla Vincelli y Edgardo Trabalón, ideales como Valencienne y Camille, los interminables saludos y curtain calls que siguieron a la obra llevaron a su familia (su pareja, el bailarín Nahuel Prozzi –también del Ballet Estable-, sus dos hijas, su padre) a acompañarla en el escenario poblado de una lluvia de pétalos.

Alejandro Parente eligió a su pareja en la vida real, Marianela Nuñez -del Royal Ballet de Londres-, para acompañarlo en su adiós al escenario del Colón el 8 de agosto. Con su estampa de galán maduro, Parente supo aprovechar las distintas facetas de su personaje con un carisma notable, además de lucir su habitual solvencia como partenaire de la bailarina argentina. Marianela, por su parte, tuvo una brillante actuación que demuestra su versatilidad y que se encuentra en el mejor momento de su carrera artística.

A la altura de ambas ocasiones, el cuerpo de baile rindió homenaje a sus estrellas, y -sobre todo el masculino- respondió con creces a las exigencias de la coreografía, tanto en las danzas folclóricas como en el frenético can can en el Maxim’s.

Clima de fiesta, lluvia de flores, abrazos, sendos cócteles en el Salón Dorado despidieron a estos hijos dilectos del Ballet del Colón. Afortunadamente, en el caso de Karina Olmedo otros escenarios la esperan, y será en breve. Pero en el escenario de nuestro primer coliseo, a ambos se los va a extrañar. Patricia Casañas

4 y 8 de agosto de 2018
Teatro Colón
Libertad 621 – Cap.
(011) 4378-7100
teatrocolon.org.ar

LA VIUDA ALEGRE (final) - Karina Olmedo funciu00f3n despedida  - www.martinwullich.com

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