En Yo (una historia de amor), su primer unipersonal, Diego Reinhold juega con su propia imagen, la de su yo. El hilo conductor de la obra está marcado por un impecable trabajo en efectos audiovisuales a cargo de Diego Alcalá. Es entonces que el polifuncional artista se pregunta qué pasaría si un día nuestra imagen se rebela.
Entre humor y reflexión, el actor muestra con lucimiento toda su capacidad escénica interactuando con una pantalla, donde se proyecta ese otro que es él, entrando y saliendo de la misma como un actor más. Cenan juntos, discuten, pelean, e intentan destruirse mutuamente.
Reinhold cuenta su paso por el analista, para poder resolver el dilema entre él y su imagen. Es una pena que el interesante relato planteado se desdibuje en momentos superficiales. A pesar de eso, divierte y mantiene la atención entre bailes, canto, monólogos, diálogos con su imagen e interacción con el público.
El impecable trabajo del equipo creativo en el campo audiovisual, sorprende y atrae en la enorme pantalla, sincronizando elementos reales y musicalización a lo largo de la obra, en imágenes hollywoodenses de míticos personajes cinematográficos junto a los cuales el actor se luce notablemente, sobre todo en las acertadas coreografías de Elizabeth de Chapeaurouge. Es indudable que en Yo (una historia de amor), Reinhold realiza un excelente trabajo con la ayuda de sus otros yo. Sergio Boaglio
Se dio hasta 2013
Teatro Paseo La Plaza
Av. Corrientes 1660 – Cap.
(011) 6320-5350
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