Greek – Actúan: Roxana Berco, Ingrid Pelicori, Horacio Roca y Martín Urbaneja – Vestuario y Escenografía: Pía Drugueri – Iluminación: Marco Pastorino – Autor: Steven Berkoff – Traducción: Rafael Spregelburd – Dirección: Analía Fedra García
Una puesta minimalista en la que todo se juega en el texto, un texto riquísimo con una amplia paleta de colores que van desde las palabras más vulgares para referirse a los órganos sexuales masculino y femenino, hasta la poesía más sublime para describir los barrios de Londres, las escenas de la vida cotidiana o una arenga feminista. Esa es la propuesta
Desde el inicio de Greek, Martín Urbaneja se impone con su presencia, su voz, su cuerpo, sosteniendo el relato durante una hora y cuarto en el rol protagónico de un Edipo llevado a la modernidad de Inglaterra de la década de 1980. Por eso debe ser que las referencias a la sexualidad están tan presentes, aunque se desprenda del clásico de Sófocles. Poco antes de que Layo y Yocasta se casaran, el oráculo de Delfos les advirtió que el hijo que tuvieran sería asesino de su padre y esposo de su madre. También la violencia, el racismo, los trabajadores explotados por el sistema capitalista son componentes de esa peste contemporánea contra la que lucha denodadamente el protagonista.
Los compañeros de Urbaneja son también excelentes actores. Ingrid Pelicori, Roxana Berco y Horacio Roca comparten el texto como en un concierto de cámara a veces en duo, en trío o en cuarteto de cuerdas afinadas que suenan al unísono y hacen avanzar el relato. Entre ellos se destaca Pelicori y su escena antológica de la esfinge. Recordemos que, en el mito griego, el oráculo de Delfos aconsejó a Edipo que nunca volviese a Corinto, lugar donde nació. Al oír esas palabras, Edipo prometió no volver jamás allí y emprendió camino hacia Fócida. En su viaje se encontró a un horrible monstruo. La Esfinge tenía cabeza, cara y manos de mujer, voz de hombre, cuerpo de perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de león. Desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que pasara junto a ella y le hacia una pregunta. Si no la contestaban, la Esfinge les provocaba la muerte. La magia de la actuación nos hace ver ese monstruo que pronuncia la arenga feminista mencionada al principio.
El oráculo había pronosticado que Edipo mataría a su padre. Ambos actores juegan esa escena peleándose sólo con palabras, aunque las palabras pueden matar, como dice el texto de Steven Berkoff. Hay que ir dispuestos a escuchar fuegos artificiales de palabras, por momentos parece que estamos en un radioteatro, la palabra es el disparador de una multiplicidad de imágenes que se nos cruzan por la cabeza. ¿Cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodía y tres en la tarde? Ese era el enigma de la Esfinge. Eddy -el moderno Edipo- lo descifra en una versión libre y cargada de sexo. Es la carga sexual que se establece en las escenas bien interpretadas entre Berco y Urbaneja, donde después de todo, la historia de amor incestuoso no sale tan mal parada. Por sobre todo, es la gran labor de dirección de Analía Fedra García la que hace posible este milagro actoral. Marcos Alonso
Se dio hasta fin 2013
Teatro Centro Cultural de la Cooperación
Av. Corrientes 1543 – Cap.
(011) 5977-8077
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