Tchaikovsky y Mendelssohn – Ciclo: Conciertos del Mediodía del Mozarteum Argentino – Orquesta: Académica del Teatro Colón – Violinista: Damián Noriega – Director: Ezequiel Silberstein
Félix Mendelssohn, uno de los exponentes del romanticismo alemán, comenzó a componer Sueño de una noche de verano en 1826, cuando era un mozalbete de solo diecisiete años; su lectura de la obra -la homónima de William Shakespeare- lo había fascinado. Cinco décadas más tarde, otro compositor romántico nacido en Rusia unos siete años antes de la muerte de Mendelssohn alcanzaba su madurez artística y componía el único concierto para violín y orquesta de su producción. Piotr Tchaikovsky se hallaba a la sazón en Ginebra, cuyo hermoso lago debe haber azuzado su ya fina sensibilidad. Ese fue el telón de fondo para su Concierto en re mayor op. 35.
En la ciudad de Buenos Aires, el Mozarteum Argentino volvió a acercar al gran público otra propuesta de los Conciertos del Mediodía: Tchaikovsky y Mendelssohn. Esta vez la cita tuvo como anfitriones a la Orquesta Académica del Teatro Colón con la dirección del maestro Ezequiel Silberstein. La mencionada agrupación, conformada por estudiantes del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, tuvo la oportunidad de demostrar el fruto de su esfuerzo llevando a escena, en primer lugar, una selección de la composición de Mendelssohn. De los catorce movimientos de esa obra, se escucharon cinco: la Obertura, el Scherzo, el Intermezzo, el Nocturno y la Marcha Nupcial. Fue una magnífica labor de director y orquesta, especialmente el solo de corno del Nocturno y la precisa vivacidad de los violines en el Scherzo. Si bien la Marcha Nupcial es la anteúltima en la composición original, en esta oportunidad cerró la selección, como preludiando el visto bueno de un público que saboreó cada momento de esta obra.
El culmen, y acaso lo más esperado por la audiencia, de esta presentación fue el concierto para violín y orquesta de Tchaikovsky. Seguido por el maestro Silberstein hizo su entrada al escenario el violinista santiagueño Damián Noriega, acreedor de varias becas del Mozarteum Argentino. Tanto solista como orquesta transitaron los pasajes de este bello concierto, que es uno de los más conmovedores del repertorio del compositor ruso, pero a la vez una de las piezas más difíciles de ejecutar. No defraudaron: el primer movimiento, Allegro moderato-Moderato assai sonó tan sublime como seguramente lo habrá pergeñado su autor. Noriega se lució en cada uno de los solos, y Silberstein pareció disfrutar cada momento, cada frase musical con la misma intensidad que el público que honró con una ovación de pie a estos maravillosos artistas. Viviana Aubele
Fue el 19 de septiembre de 2023
Teatro General San Martín
Av. Corrientes 1530 – Cap.
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