SILVINA GARRÉ, infinito talento y gracia

La cantante brilló en un selecto repaso de temas propios y de músicos amigos

Hace un par de años que está de gira en su regreso con el grupo La Trova Rosarina, histórica banda que hoy es un sexteto. Pero en su agenda también encuentra lugar para regalarse a sí misma y a sus seguidores el disfrute de sus propias canciones. Silvina Garré ingresó al escenario para debutar en el Café Berlín con su magnífica voz, junto a sus notables músicos,  enfundados en negro. Durante una hora y media, más de un centenar de personas  cantó la mayoría de las canciones a pleno pulmón, en sincronía, como un coro afinado. Fue más una reunión de amigos que un clásico recital. La sorprendente voz rosarina se metió al público en el bolsillo con su talento, simpatía y complicidad.

De un estilo tan personal como la  singularidad de su garganta, Silvina Garré comenzó la gala musical con Carrusel, balada que da título a uno de sus últimas producciones musicales, y  continuó con una serie de nuevas melodías y clásicos dentro de su extenso repertorio. Pasaron  temas propios como Cuando no estás, Te voy olvidando, Diablo y Alcohol, Jaula de Neón, Otros pájaros y Tréboles de cuatro hojas.

Entre anécdotas y recuerdos, brindó un espacio para que sonaran -a manera de homenaje- versiones de otros músicos nacionales en su potente y clara voz. El auditorio se deleitó con Palmas azules, composición creada junto a Juan Carlos Baglietto, su actual compañero de ruta musical. También hizo reversiones de hits representativos de los 70: Cómo mata el viento norte del primer disco de La Máquina de Hacer Pájaros -banda liderada por Charly García- y Los libros de la buena memoria del grupo Invisible, que integró en esos años Luis Alberto Spinetta.

Con una buena energía reinante se mezclaban las luces violetas y rojas que alumbraban a la artista, quien se mostró muy cómplice con sus seguidores y tuvo mucha química con sus músicos. Luciano Pallaro Battagliese, en cuerdas de bajo y guitarras, demostró la gran destreza que tiene para hacer música; Santi Vilas sumó su agudeza en teclados; también a pleno Nacho Piana aportó mucho ritmo en percusión. Y el multi-instrumentista Fer Chavix  plasmó efectivos compases en teclados y guitarra.

Al momento de terminar, Silvina Garré bromeó con el público anunciando la última canción, aunque después regalara un bis tras otro. Con tres temas más, cerró un espectáculo lleno de emociones y alegrías. Su cordialidad se explayó generosamente y fue ovacionada con mucho amor. Aún queda otra oportunidad de repetir la experiencia el viernes 9 de septiembre y, quizá, se defina un tercer show en este cálido lugar de Villa Devoto. Cristian A. Domínguez

Fue el 1 de septiembre de 2022
Café Berlín
Av. San Martín 6656 – Cap.
Entradas por Live Pass
Sitio Web Café Berlín

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