MÚSICAS DE AMÉRICA, licenciatura abierta

La UNTREF abre su Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América

Primero, la noticia: hasta el 28 de febrero 2021 la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) inscribe a los interesados en Músicas de América, para cursar la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América, en modalidad a distancia, que se podrá seguir desde cualquier lugar del mundo. La Licenciatura propone ahondar en los diversos géneros musicales que ha generado nuestro continente así como en el instrumental autóctono de las milenarias culturas que lo habitaron.

La carrera está enmarcada en un modelo artístico-académico desarrollado a partir de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la UNTREF. Sin embargo, el plan curricular otorga el mismo estatus de estudio a las tradiciones autóctonas, fruto del mestizaje, y las de la tradición clásica, a la par de hitos que marcan la historia y la estética musical americana, como la bossa nova, el tango, el negro spiritual creado por los esclavos y su continuación en el jazz, la nueva trova cubana, la nueva canción chilena o el rock nativo.

Nuestro continente presenta una multiplicidad de culturas, muchas en peligro de desaparición. Por eso, el objetivo de esta propuesta es el conocimiento de las creaciones sonoras autóctonas, tanto clásicas como populares, al tiempo que propone la posibilidad de ahondar en el reconocimiento de la propia pertenencia a la profunda riqueza cultural de nuestro continente.

Pasemos ahora a lo segundo: conversamos con Alejandro Iglesias Rossi, Director de la Maestría en Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes Tradicionales y Coordinador de la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América. Además es el Presidente del Consejo Argentino de la Música y uno de los pocos que recibieron dos distinciones musicales emblemáticas de la UNESCO: el Primer Premio del International Rostrum of Composers (París, 1985) y el del International Rostrum of Electroacoustic Music (Amsterdam, 1996).

¿Cómo nace la idea de abrir esta licenciatura y cuáles son las características principales del modelo académico que se promueve a través de ella?
Los antecedentes de la Licenciatura en Música Autóctona, Clásica y Popular de América, que a partir de este año se podrá cursar a distancia, se inscriben en la continuidad del trabajo llevado a cabo desde 2004 por la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. La cual parte, a su vez, de la concepción de otorgar a los instrumentos nativos de América la misma dignidad ontológica que a los instrumentos heredados de la tradición europea y los desarrollados por la tecnología digital. El trabajo interdisciplinario se da a través de la investigación en el área de luthería, máscaras, investigación, nuevas tecnologías, creación musical y entrenamiento corporal.

La carrera fue concebida como una Licenciatura de índole federal, buscando una irradiación hacia el interior del país así como hacia los demás países de Latinoamérica. La modalidad a distancia consuma este objetivo, permitiendo acceder a la riqueza de nuestro patrimonio cultural a alumnos de todo el continente, alcanzando así su verdadera potencialidad.

Este modelo considera al artista como integrador de diferentes saberes. Se parte del concepto de un músico integral, que pueda formarse en composición, interpretación, tecnologías electrónicas aplicadas a la composición musical, artes tradicionales (escénicas, visuales y sonoras) y luthería autóctona. No sólo de los instrumentos que aún están en uso en las culturas nativas, sino también de aquellos instrumentos precolombinos que han dejado de utilizarse hace siglos, como flautas y ocarinas dobles, triples, cuádruples, botellas silbadoras, etcétera.

El marco conceptual de la Licenciatura, como también de la Maestría en Creación Musical, Nuevas Tecnologías y Artes Tradicionales de la UNTREF, concibe al artista en su rol de catalizador, de constructor de mitos, teniendo en cuenta que todo hacer es una regeneración e implica un retorno a los procesos de la cosmogonía y antropogonía arquetípicas. En la construcción de un instrumento o en la creación de una obra se rehace ritualmente el proceso de creación del mundo. Este modelo considera que un retorno a esta dimensión iniciática del proceso creador es clave para que el arte pueda recuperar su función mitológica y transformadora.

En el imaginario de algunas personas, hablar de música clásica, por un lado, y de músicas populares y autóctonas, por el otro, puede sonar como una dicotomía. ¿Cómo se aúnan estas tres dimensiones en la licenciatura?
Las creaciones musicales autóctonas, clásicas y populares en América han generado a través de los siglos un corpus geocultural per se. Sin embargo, esa extraordinaria riqueza no se ha visto reflejada en una teoría y praxis alternativa a aquella que heredamos de los estudios académicos de la tradición musical europea.

En el mundo contemporáneo, donde la genuina creatividad cultural está en peligro de desintegración por la globalización, la creación, interpretación, investigación y enseñanza musical en nuestro continente se hallan en una encrucijada: la de desarrollar, a través de una verdadera epistemología de descolonización, un entramado simbólico endógeno que la ubique en su propia singularidad.

En la licenciatura se le otorga el mismo estatus al estudio de las tradiciones autóctonas (baguala, harawi, huayno, n’guillatun, khantus, etc), las que son fruto del mestizaje (chacarera, cueca, malambo, vidala, chamamé, joropo, son, taquirari, vallenato, danzón, llanero, calipso, etc.) y las especies propias de la tradición erudita occidental.

En lo que respecta a ésta última, creadores de la América virreinal como Hernando Franco, Gaspar Fernandes y Manuel de Sumaya, o compositores actuales como Ginastera, Villa-Lobos, Revueltas, Carrillo, Brouwer, Chávez, Aretz, Ortega, Kagel o Golijov, son algunos de los muchos cuya influencia ha trascendido las fronteras de nuestro continente.

El desarrollo de la composición occidental en nuestro continente sigue los patrones sincréticos de los instrumentos nativos, dando una resultante mestiza de características singulares. Consideremos la metamorfosis de la vihuela en charango, el cuatro venezolano o el laúd cubano; el violín convertido en miorí jesuítico guaraní, el requinto mexicano, la marimba guatemalteca o creaciones contemporáneas como la chaya-guitarra de Santiago del Estero, que aúna guitarra y violín. Así, América da a luz un repertorio en el que los elementos folclóricos populares, clásicos y autóctonos se funden en un todo coherente.

Ejemplos emblemáticos de esto son obras como la Cantata Santa María de Iquique del compositor chileno Luis Advis interpretada por Quilapayún, o las creaciones de Milton Nascimento, Chico Buarque y Naná Vasconcelos en Brasil. Están el cubano Amadeo Roldán con sus Rítmicas, que fue la primera obra que utilizó un ensamble de percusiones solistas en la música erudita, y Leo Brouwer con su utilización de ritmos afrocubanos en una estética de vanguardia.

Tenemos el trabajo conjunto del compositor Sergio Ortega e Inti Illimani; a Astor Piazzolla y su renovación del tango tras sus estudios con Nadia Boulanger; a Gerardo Gandini y sus Postangos; a Manolo Juárez en sus facetas de compositor académico y referente a la vez de la música folclórica. Y también a otros como Dino Saluzzi, Atahualpa Yupanqui, Chango Farías Gómez o Cuchi Leguizamón en Argentina, Egberto Gismonti y Hermeto Pascoal en Brasil, Antonio Lauro en Venezuela, Félix Pérez Cardoso en Paraguay, Álvaro Carlevaro en Uruguay, Irakere en Cuba o Yaki Kandru en Colombia.

¿Existen proyectos académicos similares en otras instituciones del continente o estamos ante la presencia de una iniciativa sin demasiados antecedentes?
Este modelo es único en el mundo, tanto por su enraizamiento en las coordenadas históricas y espaciales que le son propias (aquello que el filósofo Rodolfo Kusch denominaba geocultura) como por su visión integradora de las diferentes áreas disciplinares relacionadas con la música. Y es por otra parte un proyecto que tiene como finalidad lograr que los futuros egresados enfrenten los desafíos de nuestro tiempo con soportes conceptuales a la altura de la originalidad de América. Nos inspira aquello que formuló proféticamente Simón Rodríguez, maestro y compañero de Simón Bolívar, cuando escribió:

“Véase a la Europa como inventa
y véase a la América como imita.
América no debe imitar servilmente,
sino ser original.
¿Y dónde vamos a buscar modelos?
Somos independientes
pero no libres;
dueños del suelo
pero no de nosotros mismos.
Abramos la historia,
y por lo que aún no está escrito,
lea cada uno en su memoria.”

Me gustaría destacar que el espíritu de esta Licenciatura está vinculada de una manera muy cercana con la labor de la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la Universidad, que también está a tu cargo.
En efecto, el trabajo con la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías (OIANT), junto con la Licenciatura y la Maestría, conforman en su conjunto un modelo que fue declarado de interés cultural por el Senado de la Nación Argentina, así como por el Parlamento del MERCOSUR. Me permito citar textualmente esta última Declaración, porque es muy significativa: “Todo este modelo de investigación y creación es único en el mundo e intenta abordar el conocimiento de una manera integral. En este cruce de los instrumentos autóctonos con las nuevas tecnologías, el estudio con la creación, lo teórico con lo práctico y los saberes modernos con los saberes antiguos, se promueve una idea de la obra que la acerca a una concepción ritualista y celebratoria de la música”.

En cuanto a la Orquesta, me gustaría señalar que después de habernos presentado en los cinco continentes, recibió el Musical Rights Award del International Music Council, con sede en la UNESCO, durante el último World Forum on Music realizado en Australia. Se la reconoció por ser un proyecto inspirador que recobra y da vida artística a los instrumentos musicales indígenas, la mayoría de ellos olvidados, además de desarrollar al mismo tiempo una labor de investigación y composición. Pero también se destacó el hecho de que el programa abarca diplomas universitarios, cursos comunitarios, exhibiciones, conciertos y un modelo pedagógico-musical para todos los niveles.

DANZA del ALTIPLANO by Leo Brouwer - Opening Concert of the IRC International Rostrum of Composers

Licenciatura en la UNTREF
Alejandro Iglesias Rossi en UNTREF

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta