Las vírgenes – Intérpretes: Florencia Baldi, Juan Jose Barocelli, María Canale, Eugenio Colusi, Martina Cordara, Marcela Dojtman, Agustina Gielis, Paulina Lita, Natasha Luna, Agustin Maradei, Dalma Maradona, Sofía Martínez, Eliana Murgia, Pamela Orozco Donoso, Maria Eva Poumé Garrido, Melina Rodriguez, Dalila Rubinstein, Florencia Solari Larrarte, Wenceslao Tejerina y Sebastian Villacorta – Vestuario: Nadyn Sandrone – Escenografía: Mirella Hoijman – Iluminación: Claudio Del Bianco – Idea y dirección: Pablo Rotemberg
Nomás llegar, Pablo Rotemberg me previene: “mirá que es una muestra nada más”… como para que no observara desde un punto de vista muy crítico lo que sus alumnos habían logrado durante el año. Parecía un chiste. Si tal cual está, Las vírgenes, espectáculo coreográfico y teatral de alto impacto se exhibiera en cualquier sala de teatro comercial, generaría halagos por doquier debidos a la impecable puesta en escena –aprovechando el mínimo espacio de la salita del IUNA-, la iluminación y escenografía que emplean creativamente los escasos recursos de los que dispone la institución, el vestuario –o la decisión de no usarlo- de notable uniformidad y, claro está, la idea pergeñada cuyo espíritu y filosofía parece ir mucho más allá de lo que una muestra de alumnos se propone.
Acá hay un elenco que trabaja en equipo y con mucha energía. Se nota en todos los detalles, pero particularmente en la entrega apasionada de cada uno. Por eso fue interesante entrar unos minutos antes y observar el trabajo previo de concentración, el compañerismo en los relajantes masajes, la insistencia en la elongación y el precalentamiento, la búsqueda interna, hasta el momento de no retorno cuando anuncian: “ya damos sala” y antes de recibir al público, el grupo hace una ronda junto a su maestro, en un ejercicio casi ritual, de encuentro de la fuerza necesaria para dar todo de si mismos.
Es tan visible la marcación precisa como la libertad que –dentro del marco elegido- Rotemberg les brinda, instándolos a ser creadores ellos mismos. Hay quienes deciden mostrarlo todo, desnudándose literalmente desde su interior hacia lo visible. Hay quienes no tienen fronteras y conmocionan con sus miradas, con sus lágrimas, y también con su violencia. He aquí uno de los puntos de conflicto y que probablemente sea el mayor disparador de discusiones, esa violencia exacerbada que presentan en persecuciones, violaciones, castigos, masturbaciones y auténtica rotura de elementos arrojados con imparable fuerza catártica.
Es en este punto donde el espectador sensible, que se deja llevar por la estética corporal y coreográfica, puede verse brutalmente impactado en Las vírgenes, ante la catarata que parece ahogarlo sin posibilidades de respiro. El crescendo hacia la explosiva visión está apoyado por truculentas máscaras, apabullante sonido y la sensación de que no hay teatro sino realidad pura, aquella que quizás espera en la calle contigua y que probablemente nadie quiera ver, ni experimentar.
Desde los silentes movimientos iniciales, nada hace prever que se desatará la furia sin prolegómenos, musicalizada justamente con la danza creada por Christoph Willibald Gluck para su ballet Don Juan y que el elenco todo expresará con alaridos intensos y avivada sexualidad. Este es sólo uno de los tantos sellos de Pablo Rotemberg, el hallazgo de la música que se incorpora como si hubiera sido creada ad hoc, pasando de lo más clásico a lo electrónico, melódico o bailantero.
El afecto o su falta, el dolor, la muerte, el miedo, la belleza, el tiempo, la felicidad, la perfección, las metas y otros temas inherentes a la vida y al ser humano están presentes y golpean, emocionan o nos invitan a una reflexión. Algo es muy cierto, no se sale como se entró. Eso es lo que el arte -de cualquier disciplina- debería generar. Martin Wullich
Se dio hasta fin 2012
IUNA – Artes Dramáticas
El Teatrito – French 3614 – Cap.
(011) 4804-9743
una.edu.ar
Comentarios