Encontrarse con un teatro modificado para la puesta en escena de un espectáculo ya es un síntoma de que se ha trabajado inusualmente. También de que la producción ha hecho una interesante inversión para brindar el correcto marco con una buena factura técnica. Así se presenta La vuelta al mundo, dirigida por el sobresaliente Gerardo Hochman.
Todos los rubros han sido tratados por verdaderos profesionales. Alberto Negrín logró un notable diseño escenográfico, con máquinas, engranajes y relojes que se mueven durante el desarrollo de la historia, aportando vida al clásico de Julio Verne. La creatividad puesta en la recreación de los diferentes lugares que se recorren durante el relato habla del talento indiscutible del mágico escenógrafo con profundas perspectivas que invitan a entrar de un modo onírico.
El diseño de luces, a cargo de Pablo Hernando y Horacio Efron es llamativamente atractivo en la generación de los distintos climas que la puesta necesita. En tanto, la música de Mauro García Barbé hace su aporte en forma precisa, marcando también la original coreografía de Gustavo Carrizo.
Los artistas del Circo La Arena -con sus piruetas, vuelos y cabriolas- generan sorpresas por doquier para delicia de grandes y chicos. Es en este marco donde se lucen el inefable Roberto Carnaghi –componiendo cinco personajes-, junto a Ernesto Claudio y Ricardo Merkin en los papeles principales. Daniel Toppino crece con su personaje del Inspector Fix durante el transcurso de la obra. En tanto, en uno de los roles más deleitables y absolutamente consustanciado con el personaje, brilla Marcelo Savignone como Passepartout.
En La vuelta al mundo, la cantidad de artistas en escena es grande, pero detrás de la escena es incontable. Encargados de vuelos, efectos especiales, maquinistas y músicos se dan la mano con los primeros para el logro de un creativo trabajo que cuenta la historia de quien, por una apuesta, debe escribir una novela en tiempo récord.
Era la única manera de generar un atrayente relato teatral sobre el libro del autor francés, sobre todo teniendo en cuenta que para quienes hemos visto el maravilloso film protagonizado por David Niven y Cantinflas, el recuerdo está relativamente cercano, y la comparación –aun tratándose de diferentes lenguajes- es inevitable. Martin Wullich
Se dió hasta septiembre 2008
Teatro Metropolitan
Av. Corrientes 1343 – Cap.
4371-0816
www.metropolitan.com.ar
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