La mismísima Patricia Pouchulu, alma mater de La Bella Música, recibía en la entrada a sus invitados. Exultante, los invitaba a tomar una copa de champagne antes de pasar a la sala de la Embajada de Brasil. Mucha gente relacionada con la música y que aprecia todo lo hecho por la asociación cultural se había acercado a disfrutar de la llamada Gala Armonías y festejar los 20 años como corresponde, con un concierto.
Patricia subió al escenario y no solo agradeció a los presentes, sino a los individuos, empresas e instituciones que los apoyaron incondicionalmente. También lo hizo con los lugares que prestaron sus espacios, a manera de salas de concierto, particularmente el Sofitel Arroyo, hoy lamentablemente cerrado, el Club Hípico Argentino, el Museo Nacional de Bellas Artes y otros tantos.
A renglón seguido presentó al Cuarteto Gianneo, integrado por Luis Roggero y Sebastián Masci en violines, Julio Domínguez en viola y Matías Villafañe en violoncello. Comenzaron con la Oración del Torero, de Joaquín Turina y el Cuarteto No. 4 K.157, de Mozart. Con mucha simpatía y conocimiento, Masci aportó datos interesantes y descriptivos de cada una de las obras.
Seguidamente, al presentar el Quartettsatz D.703 comentó que Schubert tenía el don de la melodía, muy apreciable en esta pieza que fue planificada como un cuarteto completo. Como quedó inconcluso, se toca ese movimiento -que sería el primero-, compuesto a sus 22 años, increíblemente en su etapa de madurez.
Finalizaron con uno de los cuartetos tempranos de Beethoven, que integran un corpus colosal: el Cuarteto op. 18 No. 5, cuyo último movimiento anticipa ya la célula rítmica imperante en su 5ta. Sinfonía. Por supuesto hubo un bis ante los insistentes aplausos: Gato, de Emilio Napolitano. Aplausos también para el consistente e indiscutible trabajo de Patricia Pouchulu y La Bella Música durante dos décadas. Martin Wullich
Fue el 24 de abril de 2019
Embajada de Brasil
Cerrito 1350 – Cap.
labellamusica.org
Comentarios