INVOCANDO A ALFONSINA, ecos como olas

En una atmósfera onírica, dos mujeres invocan el espíritu de la poeta y materializan su voz

Invocando a AlfonsinaActúan: Guadalupe Berrino, Déborah Fideleff – Participación: Totó, Nagual – Actuación especial: Calvin – Cámaras: Juan Elías Ranieri, Mateo Ranieri, Gabriel Rovito –  Edición imagen y sonido: Gabriel Rovito – Poemas: Alfonsina Storni – Fotografía, Guion, Arte y Dirección: Déborah Fideleff

Esta es una misteriosa historia donde la voz de la gran poeta Alfonsina Storni se inmiscuye en las vidas cotidianas de dos amigas que parecen tener una conexión con el más allá. Ellas son las actrices Guadalupe Berrino y Déborah Fideleff (guionista y directora del cortometraje). Invocando a Alfonsina, filmada en las casas de las protagonistas durante el confinamiento por pandemia, muestra que con los recursos del entorno más inmediato también se puede llevar adelante un proyecto creativo donde no se escatima la imaginación ni la belleza de las imágenes.

La presencia efímera de un pájaro nos habla de esas almas que se nos aparecen, como esas palabras que volvemos a recitar sin saber bien porqué. Esta suerte de homenaje rescata el mundo de los sueños donde se transgreden las fronteras de lo real para habilitar la intuición, el inconsciente, lo que solo se capta con el espíritu. Conjugando ingredientes de una película de suspenso o terror, el relato logra instantes preciosos que realzan la poesía.

El ropaje de las palabras envuelve a las protagonistas que se calzan o se descalzan los zapatos para enfrentar el mundo (se calzan la poesía para filtrar la vida). Hay magia, hay rituales y un imaginativo guion que nos conecta con esas fuerzas superiores, más allá de nuestro entendimiento. Al invocar a Alfonsina, las actrices invocan también al mar: la fuerza de las olas como ese rugido externo o interno que a veces aturde, pero que logra ser ese único rumor persistente, en medio de la banalidad de las acciones cotidianas. Porque, si prestamos atención, en cada resquicio de lo cotidiano hay una posibilidad de fuga hacia otro lugar.

Siguiendo a Heidegger sobre Hölderlin, poetizar es la ocupación más inocente de todas porque aparece bajo la forma modesta del juego; pero el lenguaje es el más peligroso de los bienes: su peligro está en mostrar lo que es. De este peligro que implica la palabra nos habla Invocando a Alfonsina.

La palabra con su poder de invocación, en esta original obra, muestra y moviliza desde un lugar extraño. Y allí estará Alfonsina, seguramente mirando con su espíritu despierto, este formidable eco de su voz que vuelve con la insistencia de un mar. Milly Vázquez

INVOCANDO A ALFONSINA

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta