Una guitarra, un violonchelo y una soprano (Groisman-Oddone-Pérez Tedesco), un concierto de cuerdas, si consideramos la voz humana como instrumento de cuerdas, como bien señaló Santiago Chotsourian en la apertura del tercer concierto del ciclo de música de cámara que Arpeggio (FM 89.5 / TDA 24.03) ofrece los miércoles de julio para recordar el Bicentenario. Y como ya ocurrió en este mismo ciclo, tres compositores argentinos emblemáticos —Carlos Guastavino, Alberto Ginastera y Astor Piazzola— junto a otros dos compositores nacionales: Fabián Pérez Tedesco y Martín Lavore Lagarde.
Carlos Groisman estuvo a cargo de la primera parte con dos sonatas. En primer término, la argentinísima melodiosidad de la Sonata No. 1 de Carlos Guastavino, cuya música indefectiblemente remite a fragancias y colores de nuestro país. Guastavino dedicó esta sonata a su hermano Amadeo, que murió cuando Carlos completaba el primer movimiento. Le siguió la Sonata para Guitarra Op. 47 de un Alberto Ginastera tardío, una pieza —la única que se le conoce compuesta para guitarra— que se ubica dentro del llamado período neo-expresionista. Un dato curioso siendo que la guitarra es el instrumento argentino por excelencia; al respecto, el mismo Ginastera reconocería esta realidad pero comentaría que “su escritura retardó mi impulso creador”.
Guastavino, al igual que Ginastera, reapareció en la segunda etapa del concierto, de la mano de Groisman y la soprano Graciela Oddone: las Ocho canciones para canto y guitarra, con letras de León Benarós (El sampedrino, Severa Villafañe, Vidala del secadal y Ay que el alma…), Guiche Aizemberg (Pampa sola), Francisco Silva (Pueblito mi pueblo), y Arturo Vázquez (Bonita rama de sauce y La siempre viva).
El tercer instrumento de cuerdas, el violonchelo, ejecutado por Jorge Pérez Tedesco, acompañó en la tercera etapa del concierto a la guitarra de Groisman en L’Aquilone, de Fabián Pérez Tedesco, y el Poema elegíaco para guitarra y violonchelo, de Martín Lavore Lagarde. El dúo Groisman-Pérez Tedesco tuvo a cargo también la parte piazzoliana, con dos segmentos de La historia del tango (Café 1930 y Night Club 1960). Finalizando la velada, los representantes de las tres cuerdas —guitarra, violonchelo y voz humana— interpretaron en conjunto la bellísima Canción del árbol del olvido, de Ginastera.
El ciclo concluye el miércoles 27, con la presentación del maestro Santiago Chotsourian en piano y María Noel Luzzardo en saxofón, acompañando la proyección de Una nueva y gloriosa nación, película histórica de 1928. Viviana Aubele
Fue el 22 de julio de 2016
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