El título del musical Frustrados en Baires alude a todos aquellos que, entre otras frustraciones, han pasado por decenas de castings intentando encontrar su lugar en un escenario o en algún programa de televisión.
Aparecen las historias de cada uno, las anécdotas, y el final con mayor o menor suerte. Tamizado con humor, ironías y la mención de institutos y maestros que forman a futuros artistas, el texto y el recorrido del relato se tornan confusos y superficiales, aunque intenten rescatar el padecimiento y la tristeza de quienes no llegan, junto a la soberbia de quienes se creen estrellas desde su primer papel o productores que poco y nada saben de música.
La extraña puesta divide el escenario en pequeñas visiones, utilizando la escenografía natural del Konex, y añade un soso practicable tapizado de pasto y un desequilibrado banco. Muy molesta es la encandiladora y omnipresente pantalla cuyas imágenes nada aportan a la historia y además distrae casi toda la obra proyectando un cartel publicitario que ofrece su alquiler llamando a un teléfono celular.
En esta tragedia musical, que se anuncia como un homenaje a Charly García, lo que brilla es –justamente- la música. Son estupendos los arreglos que hizo Gaby Goldman de las más célebres composiciones de Charly.
Con equilibradas y parejas voces, los intérpretes deslumbran, sobre todo en los magníficos momentos corales que diseñó Gabriel Giangrante. Actoralmente sobresalen Juan Gentile, Mariana Jaccazio, Belén Pasqualini y Roberto Peloni.
La experimentada Valeria Ambrosio, más que una pieza musical, ofrece un deleitable recital –a tal punto que el final incluye un bis- cuyo clima va in crescendo. Subyugan la música del inefable cantautor y la estética buscada para su particular poesía. Martin Wullich
Se dio hasta fines 2012
Ciudad Cultural Konex
Sarmiento 3131 – Cap.
(011) 4864-3200
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