Flow (2024, Letonia, 83 min.) – Género: Animación, Aventuras, Familiar – Animador: Léo Silly-Pélissier – Música: Richards Zalupe y Gints Zilbalodis – Guion: Matiss Kazza y Gints Zilbalodis – Director: Gints Zilbalodis
El cine de animación ha ofrecido propuestas muy buenas durante 2024, desde lo experimental hasta lo convencional. En ese universo, Flow llega a las salas argentinas como una experiencia única. Tras recibir premios en varios festivales (Cannes, Sevilla, Guadalajara y Annecy), esta película sin diálogos ni protagonistas humanos se presenta como una obra maestra en lo visual, emotiva y destacable en su género.
La trama, en apariencia sencilla, sitúa al espectador en un mundo post-apocalíptico cubierto de agua, donde la humanidad ha desaparecido. Un gatito negro despierta solo en una casa cercada por un creciente océano. Su búsqueda de refugio más seguro lo conduce a un barco habitado por otros animales. Allí, cada uno a su manera expresa sus temores. Sin palabras humanas que guíen la historia, los personajes se comunican mediante miradas y gestos, con un lenguaje universal que transmite más que cualquier diálogo.
Desde el inicio, Flow revela su falta de s pretensiones, con un trasfondo de gran sabiduría y filosofía. No hay batallas épicas ni giros argumentales espectaculares. El director letón Gints Zilbalodis elige un enfoque minimalista pero efectivo en el que la animación y la banda sonora se transforman en esos protagonistas silenciosos. La paleta de colores, los detalles meticulosos en los paisajes acuáticos y la emocionante interacción entre las tiernas criaturas logran transmitir un torbellino de experiencias.
El océano no es solo un telón de fondo; se convierte en un personaje más, un adversario inmenso que obliga a los animales a confiar y apoyarse entre ellos. Las tormentas que enfrentan no son solo físicas, sino emocionales; hay un triunfo sobre la soledad y el miedo. Sin recursos narrativos convencionales, Flow transmite mensajes universales sobre el compañerismo, la resiliencia y la necesidad de adaptarse a los cambios. Aquí radica la genialidad de Zilbalodis, para convertir una historia aparentemente simple en un viaje introspectivo y ecológico que conecta con niños y adultos. Aunque cautiva con su propuesta, por momentos es redundante. Algunas escenas se sienten repetitivas, como si el director buscara asegurar que el mensaje subyacente se entienda.
La música merece una mención especial. Compuesta por Rihards Zalupe y el propio Zilbalodis, cada nota parece diseñada para guiar al espectador por un mar de emociones. De hecho actúa como un puente entre lo que se ve y lo que se siente. Más que una película de animación, Flow es una meditación sobre la vida, la temporalidad y el significado de nuestras acciones. Como su título sugiere, fluir siempre es mejor que estancarse. Cristian A. Domínguez
Estreno en Argentina: 27 de febrero de 2025
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