El círculo – Actúan: Carolina Alliani, Cecilia Chiarandini, Cristina Dramisino, Nestor Ducó, Bernardo Forteza, Lizardo Laphitz y Francisco Prim – Vestuario y Escenografía: Marta Albertinazzi – Iluminación: Gonzalo Calcagno – Autor: Donald Margulies – Dirección: Agustín Alezzo y Nicolás Dominici
Eric Weiss vive el mejor momento de su vida como escritor. Está en el apogeo por la aceptación y el reconocimiento de su reciente obra literaria. Como si esto fuera poco, su libro es incluido en la lista de best sellers, en el puesto número once. Mientras su carrera profesional promete trepar a pasos de gigante, su mundo personal se derrumba como castillo de naipes. Su padre, un viejo enfermo, testarudo y sarcástico, muy respetuoso de la tradición judía, le recrimina -entre otras cosas- su desapego por la religión. Esto se alinea con su matrimonio colapsado, los extensos compromisos laborales y pesadas personas arribistas, formando un alud de tensas y dramáticas realidades que lo desequilibran.
Otras situaciones efervescentes como un peculiar amigo judío de antaño que lo trata como oveja descarriada o un bochornoso suceso con una joven oportunista, conforman los ingredientes de El círculo, del estadounidense Donald Margulies, con notable dirección de Agustín Alezzo y Nicolás Dominici. La dupla consigue marcar muy bien la trayectoria de la brillante glorificación profesional del protagonista, a la opaca tristeza y soledad que lo acecha posteriormente.
La incredulidad en el reciente éxito del escritor se hace presente tanto en el padre como en su esposa distanciada, una mujer de considerable intransigencia, con numerosos reclamos y mezquina en toda mediación marital. Lizardo Laphitz interpreta conservadoramente al talentoso escritor, pero logra importantes momentos en donde estremece al espectador con alteradas circunstancias que desbordan el drama. El padre está personificado notablemente por Nestor Ducó, quien marca el fuerte carácter de quien, aun en los últimos días de su vida, se vuelve más intolerante y odioso.
Además, encarnada por Cristina Dramisino, aparece una productora de cine de carácter frío y calculador. La actriz transmite sobradamente la falsedad de quien camufla su propio interés, agregando gotas de limón a una herida abierta, despojando al talentoso escritor de lo único que tiene para aferrarse: la idea original de «un joven de Brooklyn», su gran obra, que -aunque no lo admita- es un reflejo de su propia vida. Andrés Ruiz Quintero
Se dio hasta fin de 2012
Teatro El Duende
Aráoz 1469
(011) 4831-1538
Agustín Alezzo en este Portal
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