La pieza inicial del concierto ofrecido por la Filarmónica de Dresden –Obertura de concierto para orquesta-, con el notable Michael Sanderling en el podio, era curiosa por dos razones: la novedad de un estreno argentino y el hecho de que el compositor Jörg Widmann es el hermano de Carolin Widmann, quien sería la solista esa noche. Y fue más curiosa aún escuchando su interpretación, con sonidos metálicos de las patas de los timbales, los bronces soplados sin nota alguna, golpeteos en las boquillas de las maderas, con algún impasse de cierta melodía y algún toque épico en donde se pudo notar, finalmente, el carácter indicado con brío. Francamente, daba la impresión de una banda de sonido compuesta para un film de suspenso, en cuyo caso la elección resultó por lo menos desconcertante.
Por suerte resultó concertante la ejecución del Op. 64 de Felix Mendelssohn, impecable en las manos de Carolin Widmann, una violinista notable que siente cada nota y la impregna con inigualable talento en la obra de un compositor maduro, integrándose a la orquesta y atentísima a un sabio director cuyo manejo de los tiempos resultó de suma precisión. Widmann hizo gala del dominio de su instrumento, con eclosión en el Allegro Molto Vivace final, verdadera prueba de fuego superada por una solista virtuosa.
En el cierre, con la Sinfonía No. 1 de Johannes Brahms, Sanderling demostró una vez más cómo responde la Filarmónica de Dresden, una gran orquesta, ante una gran sinfonía, manejando sutilezas y colores tímbricos, tensiones y sonidos expansivos, profundo lirismo y encantadoras variaciones, mientras palpita el glorioso motivo final de un romanticismo iluminado y estupendamente expresado. Martin Wullich
Fue el 2 de septiembre de 2014
Teatro Colón
Libertad 651 – Cap.
(011) 4378-7109
Sitio Web de Carolin Widmann
Comentarios