Bardot es uno de los ejemplos de restaurantes de comida peruana que, junto a una decoración casi escenográfica, buena iluminación y estupenda atención, da lo que debe dar un restaurante que se precia de serlo: comida que se saborea en cada bocado, que se paladea y se disfruta, original en los sabores y en la presentación. La combinación de diferentes arañas de cristal, sofás y sillones confortables tapizados en colores vívidos, bien puede explicar su nombre francés que automáticamente remeda a la diva de los años 60, y logra una refinada amalgama para la cocina novoandina.
Bardot dispone de un sector exclusivo y privado para 8 comensales, mesas al aire libre, sector para fumadores y wi-fi. Sólo se acepta pago en efectivo y los precios son muy módicos. También hay una extensa barra de cocktails, piscos y macerados. La profusa carta ofrece opciones de toda la vida hasta combinaciones muy originales y con llamativos nombres. Comencé con un pisco sour, como corresponde, y me encontré con un trago sutil, en el punto justo de alcohol y suavidad en su espumosa presentación, el preciso preludio para abrir el apetito a los manjares preparados. Aconsejo, por lo menos en la primera visita, dejarse llevar por las sugerencias de su chef Dennys Yupanqui y probar un poco de todo.
Desde las amuse bouche hasta el primer plato de diferentes ceviches, se nota una dedicación en la preparación que llega fresca y exquisita a la boca. En la variada carta no faltan tampoco opciones de causas limeñas, otro clásico cuando de Perú se habla. El paladar siguió respondiendo con placer hasta el último bocado, generando esa sensación de que si lo anterior fue originalmente delicado, lo que viene será aun mejor. Se nota la formación de Yupanqui en Le Cordon Bleu. Si bien no soy postrero, debo reconocer que mi acompañante suspiró con las variantes dulces.
No puedo decir que vale la pena, pues de pena no tiene nada. Vale la experiencia, vale premiarse con una cocina peruana diferente, cuidada, sabrosa y estupendamente presentada, junto a una dedicada atención. Martin Wullich
Bardot abre:
Martes a domingos de 17.30 a medianoche
Mediodìa: sábados y domingos de 12.30 a 16
Honduras 5237 – Palermo Soho – Cap.
Reservas: (011) 4831-1112
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