Desde que tomó el arco de su violín, Itzhak Perlman maravilló no solo con su técnica impecable y puntillosa sino con el sentimiento expresado en cada pieza del programa elegido, particularmente en el caso de la sonata de Gabriel Fauré y con notable encanto en la Suite Italiana de Stravinsky. Prueba de ello fueron los intensos aplausos, aún entre movimientos, en una sala repleta y con gente de pié en los pasillos, que homenajearon a este coloso ruso. Su acompañante, el pianista Rohan de Silva, tuvo la delicadeza y el contraste precisos para que cada pieza fuese emocionalmente deleitable.
Luego del magnífico programa, Itzhak Perlman comenzó una sucesión de muy atractivos bises, algunos muy sentidos, que fue presentando individualmente con un breve comentario expresado en inglés y no exento de humor y hasta sarcasmo, como cuando dijo que el compositor Gaetano Pugnani era muy conocido… en su casa. Así pasó una pieza hecha por Fritz Kreisler en el estilo de este último; y siguieron La danza de los duendes, de Bazzini; la Danza Española de La Vida Breve, de Manuel de Falla; el tema de La lista de Schindler, de John Williams; Tango de Isaac Albéniz y otros más.
El violinista comentó que lleva una lista de lo que ha tocado en cada recital, incluidas las piezas fuera de programa, para no repetirlas, de modo de evitar comparaciones, como en el caso del Teatro Colón, donde había dado su último recital hacía 17 años. En un momento estrujó su pañuelo, como indicando el constante sudor que le habían demandado las desafiantes piezas.
Sin hacerse desear y exultante de estar frente a un auditorio rendido a sus pies, Itzhak Perlman solo pudo despedirse de los insistentes pedidos de ejecutar otro bis, inclinando su cabeza sobre sus manos unidas. Era el signo inequívoco de que necesitaba descansar después de haberlo entregado todo, con profesionalismo, encanto y devoción. Martin Wullich
Fue el 5 de noviembre de 2012
Teatro Colón
Libertad 651 – Cap.
(011) 4378-7100
Sito oficial Itzhak Perlman
Rohan De Silva en Wikipedia
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