Dante conjetural – Intérprete: Carlos Casella – Orquesta: Hypnofón – Puesta en escena: Leonardo Kreimer – Dirección de visuales: Maxi Vecco – Director musical: Alejandro Terán
Alejandro Terán dirige, en el centro de la escena, envuelto por una columna de luz que sirve también como una pantalla en tres dimensiones, ataviado como un druida o un aprendiz de hechicero. Y hay algo del orden de las artes mágicas en lo que hace. Un ejercicio de encantamiento, quizás. No es casual que su orquesta lleve el nombre de Hypnofón, como si se tratara de un instrumento musical destinado a hipnotizar a través de sus sonidos a quien lo escuche. El grupo cumple veinte años de historia: nació en 2001, para recrear una selección de canciones de Gustavo Cerati en formato orquestal para el disco 11 Episodios Sinfónicos.
Criado en un hogar donde la música era algo cotidiano, pero siempre mezclando lo académico con lo popular, Terán se define como absolutamente autodidacta y asegura que el paso de los años no le ha aportado mayores certezas: “Hace 45 años que me dedico a la música y nunca me he sentido más principiante”, asegura.
El comentario que antecede no debe ser tomado de manera negativa. El nombre de Terán en cualquier espectáculo es un sinónimo de desafío, y de eso se trata. Se nota que le agrada correr riesgos, y esto lo deberíamos valorar siempre en un artista, más allá de los resultados. Y si hace poco nos decepcionó su propuesta en La Trampa, que fue básicamente un intento fallido de hacer congeniar la música sinfónica con el trap, debemos reconocer que su trabajo para Dante conjetural, que marcó el retorno a la presencialidad del ciclo Italia XXI en el Teatro Coliseo, fue realmente notable.
Dante conjetural es un concierto performático, planteado como una serie de variaciones musicales -pero también escénicas- sobre la Divina Comedia, tomó como punto de inspiración el último verso del Infierno del Dante: E quindi uscimmo a riveder le stelle. Y entonces salimos, para volver a ver las estrellas. Que es precisamente lo que estamos haciendo todos ahora mismo, a medida que vamos dejando atrás de a poco el miedo y el encierro que impuso la pandemia, y vamos retomando nuestra vida más o menos como era antes.
Se trató al mismo tiempo de homenajear la memoria y el legado de Dante Alighieri, el gran poeta de la lengua italiana, al cumplirse 700 años de su muerte. Y así es como el recorrido de la propuesta nos lleva de la oscuridad a la luz, en un espectáculo donde la música se combina con una puesta visual de gran impacto, abarcando sin interrupción un sendero que nos lleva del Infierno al Purgatorio, y de allí al Paraíso.
La inspirada música de Terán recrea desde antiguos madrigales hasta sonoridades contemporáneas, sin desentonar en ningún momento. Hay también paisajes sonoros característicamente italianos, que se conectan con nuestras latitudes a través de las notas de Astor Piazzolla. La impactante puesta escénica, basada en efectos de imagen y proyecciones digitales, pero también en la teatralidad del bailarín y cantante Carlos Casella, fue responsabilidad de Leonardo Kreimer, y le aporta a la presentación un carácter absolutamente original.
El concierto se realizó con entrada gratuita, manteniendo todos los protocolos sanitarios vigentes. Pero además se transmitió en simultáneo, mediante un streaming audiovisual, con una más que correcta dirección de cámaras. Gracias a esta decisión de las autoridades de Italia XXI, nos resulta posible invitar al lector de estas líneas a que descubra o vuelva a disfrutar, a través del video, este espectáculo singular, que se atreve a correr riesgos, y consigue constituirse como un acierto. Germán A. Serain
Fue el 22 de octubre de 2021
Teatro Coliseo
Marcelo T. de Alvear 1125 – Cap.
(011) 4814-3056
teatrocoliseo.org.ar
Alejandro Terán en Alternativa
