Me empilché como Dios manda – diría el tango- y me fuí caminando a ver las Cúpulas de nuestra ciudad, muestra de Alejandro Bobrowicky nada menos que en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Ya la cita era una fiesta y el espacio donde se desarrollaba la muestra de arte lo hacía único.
Llegué puntualmente a las 19, toqué timbre -como quien va a visitar a un amigo- y una señora muy amable me invitó a pasar. Decidí primero recorrer la Fundación ya que, desde que comencé a leer, Borges está entre los autores preferidos de mi mesa de luz. Pude recorrerla tranquilamente, observando con admiración las primeras ediciones, los recuerdos de viajes con María Kodama, regalos, fotos y piezas únicas que solo se pueden encontrar en ese espacio del maestro, muy cuidado por la Sra. Kodama. Una vez que Borges se hizo carne y realidad en esa nochecita de invierno, pasé a ver la muestra de Alejandro.
Había un grupo importante de invitados disfrutando y me acerqué a las pinturas. Cada uno de los siete cuadros que lucían en tierras de Borges mostraban parte de las cúpulas de nuestra ciudad. Realmente bellos todos, con una gran sensibilidad en los trazos, los colores reflejaban la ciudad que tantas veces Borges describió en sus cuentos.
(011) 4822-4940
fundacionborges.com.ar
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