Aún con su próximo vástago queriendo asomarse a este mundo, Ligia Piro no pierde un ápice de su encantadora voz, ni su simpatía para transmitir con notable intimidad un ecléctico repertorio. Muy bien acompañada por el baterista Javier Martínez (si, homónimo del de Manal), que regaló un solo muy original y sutil; el contrabajista Pablo Motta, que hizo brillar sentidamente su instrumento; y el maestro Diego Schissi en el piano, notable arreglador y maravilloso instrumentista, la cantante interpretó 16 temas muy variados en épocas, nacionalidades e intenciones.
Comenzando con The Beatles y su Money can’t buy me, love, siguió con Angel eyes de Ella Fitzgerald y Eu sei que eu vou te amar de Vinicius y Jobim, otorgando a cada una su sello personal. También hizo gala de mucho humor cuando le puso voz y hasta graznidos a O pato. En el repertorio hubo clásicos con innumerable cantidad de versiones grabadas –Summertime y What a wonderful World-, quizás para demostrar cómo pueden tener aún una vuelta más de tuerca y sentirse diferente. Conocedora de muchas historias musicales, sorprendió contando el origen de Negro bembón de Bobby Capó.
Ni a los chicos dejó de lado, cuando entonó simpáticamente Garabato y Monigote. Comenzando con el subyugante sonido del contrabajo, su versión de La llorona de Raphael, emocionó por la calma y el hechizo que emanaban de su garganta. Ligia Piro iluminó la noche con su canto, un mes antes de dar a luz. Martin Wullich
Fue hasta fin de septiembre 2010
Clásica y Moderna
Av. Callao 892
(011) 4811-3670
www.clasicaymoderna.com
Comentarios