Subacuática – Actúan: Joaquin Berthold, Anahí Gadda, Maricel Santin, Juana Viale – Vestuario: Ayelén González Pitta – Ilustraciones: Rocío Casal – Iluminación: Ricardo Sica – Sonido: Norman Mac Loughlin – Música: Jackson Souvenirs – Dramaturgia: Melina Pogorelsky – Dirección: Luciano Cáceres, Fernanda Ribeiz
Subacuática regresó a la cartelera porteña en su segunda temporada, con elenco renovado y cambio de espacio. La pieza no solo sorprende por su trama —ideal para quienes son padres—, sino por su arriesgada puesta en un escenario muy original: una gran pileta de natación. La adaptación de la novela de Melina Pogorelsky logra una conexión fluida entre la narrativa del libro y la liquidez de la natación. La paternidad, la maternidad, los roles de género, la viudez, las capacidades especiales, la pareja, la sexualidad, temas con fuerte resonancia en la sociedad actual, marcan la incursión de la autora en la literatura para adultos.
Ágil y contundente, con diálogos irónicos y monólogos poéticos, Subacuática honra el libro que le sirve de base. Los personajes comparten con los espectadores sus sentimientos sobre la vida y la muerte, la conciencia y la inconsciencia, las despedidas y los encuentros. También se plantean quiénes fueron, quiénes son y quiénes podrían ser.
La actuación de los cuatro protagonistas merece un reconocimiento especial. Tanto en momentos dramáticos como en toques de comedia, Joaquín Berthold, Anahí Gadda, Maricel Santin y Juana Viale transmiten emociones intensas y profundas, sin golpes bajos. Cada personaje brilla por igual y contribuye a una narrativa equilibrada y conmovedora. La dirección, compartida por Fernanda Ribeiz y Luciano Cáceres, logra una coordinación impecable que da como resultado una experiencia teatral innovadora.
La puesta en escena combina proyecciones, iluminación y música, para crear una atmósfera íntima e inmersiva. La escenografía, un natatorio real, suma una capa adicional de autenticidad. El público se sienta al borde de la pileta y se sumerge en las emociones de los personajes. Las proyecciones y el sonido ambiente, aunque con pequeños detalles a pulir, complementan la experiencia sensorial.
Como la pileta es climatizada y la temperatura ambiente es alta para comodidad de los actores, ocurre que el público puede sentir mucho calor si usa ropa de abrigo. Por otro lado, la condensación del vapor de la carpa que cubre el natatorio genera gotas circunstanciales que pueden caer sobre el espectador. La atmósfera se impregna del característico olor a cloro y envuelve a los espectadores en un ambiente acuoso, mágico y azul.
Subacuática invita a cuestionar lo políticamente correcto con una reflexión sobre los mandatos sociales, las expectativas sobre cada género y las zonas menos luminosas del hecho de ser padres. En un mundo donde a menudo parece que no se puede hacer pie, desafía la corriente y muestra la capacidad humana para superar adversidades. Cristian A. Domínguez
Domingos a las 18 y a las 19.30
Club Estrella de Maldonado
(otra obra puesta en vestuario del club)
El Salvador 5470 – CABA
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