No es la primera vez que esta espectáculo se presenta en Buenos Aires. Shen Yun es un viaje entre antiguas leyendas, palacios celestiales y áridas mesetas del Reino Central, protagonizado por integrantes provenientes de Taiwan, Canadá, Tailandia, Australia y, por supuesto, China. Se observa un vestuario excelentemente cuidado con vivos colores, aunque sin fastuosidad, habida cuenta de la milenaria historia relatada. Los diseños de la vestimenta tradicional son un marco a las vistosas coreografías étnicas, con movimientos propios de la danza clásica china, perfectamente interpretados por el grandioso cuerpo de baile.
El recurso de las proyecciones coordinadas con la acción es usado en casi todos los cuadros, con lo cual se pierde el factor mágico que se pretende generar con el “descenso al mundo”. Se destacan las coreografías de La danza divina de las Y, El canto alegre de la cosecha abundante, y Danzando para los dioses. Acompaña una orquesta en vivo, que fusiona magistralmente los maravillosos sonidos orientales del gong, la pipa y el erhu, con una base musical clásica de instrumentos occidentales, dirigida por la inglesa Antonia Joy Wilson.
Actualmente Shen Yun está prohibido en China, ya que las prácticas de Falun Dafa son contrarias a lo que dicta el régimen. Buscan transmitir los valores tradicionales para la vida de la humanidad, como compasión, bondad, lealtad y valentía. Si bien no hacen referencia a detalles políticos, se pueden ver dos situaciones de persecución a seguidores de este tipo de prácticas. Seguramente resulte difícil de comprender bajo los paradigmas de nuestra cultura occidental. Es allí donde esperaba ser transportado a los 5000 años de historia bajo un concepto de espectáculo musical, cosa que no ocurrió, dadas las interrupciones de los conductores que cortan el dinamismo y continuidad de lo narrado.
Una presentadora habla en español y un presentador dice lo mismo en chino. Este detalle alarga innecesariamente la duración del show de Shen Yun, que llega a dos horas y media y dilata la historia. Un buen espectáculo musical no debe ser explicado con palabras al estilo fin de curso. Para eso está la música, el vestuario, la danza y el canto que nos transportan y son más que elocuentes, sobre todo cuando el talento desborda el escenario en perfecta sincronización.
Como curiosidad, en el hall de entrada, sorprende la presencia de un numeroso grupo de personas que -con grabador y cámaras en mano- insiste en entrevistar a los espectadores, buscando opiniones que sugieran un aspecto positivo del espectáculo, algo así como un informe que ayude a captar seguidores para la práctica de Falun Dafa. Por eso es llamativo, en contraste, el hermetismo que mantienen prohibiendo a la prensa todo tipo de filmaciones y fotografías, excepto las que ellos elijan. Sergio Boaglio
Se dio hasta diciembre 2012
Teatro Ópera
Av. Corrientes 860 – Cap.
(011) 4326-1335
Shen Yun y Falun Dafa no permiten la visión del video ni las fotos
tomadas durante la función. Lamentamos.
Comentarios