Actúan: Darío Cortés, Mariano Reynaga – Vestuario: Narella Polito – Escenografía: María Guglielmelli – Dramaturgia y Dirección: Emilio Zinerón
Con un inicio emocional, dos hermanos se reencuentran luego de 20 años. Es una cita llena de recuerdos y reflexiones, donde contienen de alguna forma sus diferencias y dilucidan el ambiente combativo y hostil de una sociedad quebrada entre un norte poderoso y un mísero sur. Con el apoyo de registros audiovisuales de sus padres -que se proyectan en un pared llena de gabinetes secretos-, se va revelando el destino de esta dupla dispar en emociones y metas.
La fragilidad es el delgado hilo que atraviesa la relación: no hay esperanza, no hay redención, ambos personajes se hunden en sus miserias, mezcladas con fármacos, angustia, abusivos mandatos y la precariedad de dos vidas errando en su propio devenir.
Es un bloque dramatúrgico compacto y natural. Las buenas actuaciones de Darío Cortés y Mariano Reynaga merecen una mención especial. Se agradece la intensidad dramática que no cae en la sobreactuación y el equilibrio entre momentos de pequeña comicidad dentro de la tragedia.
Sin duda, el autor y director Emilio Zinerón comprende lo escénico como un lugar propicio para exponer las desigualdades que yacen en las sociedades actuales y amenazan la dignidad humana. En Sálvense los huérfanos, a través de un paralelismo al extremo con la grieta en nuestro país y la teatralidad al servicio de la tragedia, va hilvanando a plena imaginación una atrapante historia de reencuentro entre dos hermanos, distanciados por la sociedad en el presente y por sus mismos padres en el pasado, en un futuro distópico. Cristian A. Domínguez
Sábados a las 19.30
Teatro El Grito
Costa Rica 5459 – Cap.
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