REGISTRO, contemplación del estímulo

Fantasmas y realidades en pélvico desenfado coreográfico

REGISTRO, de Juliu00e1n Ignacio Toledo - www.martinwullich.com

Intérpretes: Micaela Almirón, Braian Bre, Federico Cáceres, Agustina Miranda, Elizabeth Moglia – Vestuario: Loreley Portas – Iluminación: Gisela Marchetti – Coreografía y Dirección: Julián Ignacio Toledo

Bien dice el subtítulo de Registro que lo que  vemos son ensayos. Ciertamente, el atractivo trabajo de Julián Ignacio Toledo es una sucesión de coreografías al compás de variadas músicas, que van desde la percusión de metales y maderas hasta el Adagio dedicado a Albinoni por Remo Giazotto, pasando por Calle 13 y los Chemical Brothers.

Hay varios denominadores comunes en esta entrega minimalista y, como tal, repetitiva. Por lo pronto un alto grado de erotismo con variantes sexuales en aparente y vital búsqueda interna. El poder y la automatización se presentan con un ritmo imparable y agotador, con suspiros que se expresan orgásmicamente. Los cinco bailarines dejan todo en escena, con movimientos pélvicos por doquier.

Aparecen los fantasmas sádicos y masoquistas, lascivos y voluptuosos, tan sutiles como salvajes. El grito primigenio reacciona ante la violencia infligida sin distinción de sexos, con dolor y placer en simultáneo. Se abaten las fronteras. Con saltos y movimientos de brazos, piernas y pelvis en consonancia, las coreografías marcan la soledad y la compañía, lo egocéntrico y el uso del ser humano, lo masturbatorio y lo grupal.

El vestuario uniformado cubre en lycra un brazo completo, libera el hombro, cruza y ciñe el cuerpo, con slips ajustados, rodilleras y zapatillas, sumando una gargantilla en el cuello y en el muslo. En el claro juego fetichista todo es negro, hasta el maquillaje que dibuja un antifaz para resaltar la expresión facial intensa o perdida en lontananza.

La iluminación contrastante marca a giorno o retoca tinieblas, a veces dividiendo en dos planos el espacio de acuerdo a la coreografía. El piso despintado le añade decadencia.

Lo bestial se une a la fiesta humana… las variaciones del adagio continúan, los gritos también, pergeñando un bric-à-brac coreográfico y contemporáneo, espejo y reflejo de nuestra vida actual, expresado por cuerpos libres, sin ambages, donde todo vale. Martin Wullich

Se dio hasta mayo 2019
C. C. Ricardo Rojas
Av. Corrientes 2038 – Cap.
(011) 4954-5521 /23
rojas.uba.ar

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta