La obra nos sumerge en el seno de una familia pudiente en el barrio de Puerto Madero, seguros de su posición y porvenir, a tal punto que parecen aislados de la ciudad. Pero esa tranquilidad se derrumba cuando la dueña de casa pone a prueba su entorno y provoca una revolución familiar en un ambiente de ilimitados prejuicios. Y esta tormenta no solo arrastra a su familia, sino a su mejor amiga, su personal trainer y hasta el personal de servicio.
En tono grotesco, la pieza nos hace reflexionar sobre los estereotipos de la sociedad actual, lo pragmático, lo trivial y las relaciones humanas. De manera divertida realiza una aguda crítica a la clase acomodada, demostrando su frivolidad, pero también sus infortunios, mostrando crudamente una realidad sin escape y aquello que no se quiere ver.
La dirección de Natalia Paganini es dinámica e impone ritmo desde el inicio, dando al elenco la oportunidad de lucirse de manera singular. Hay una diestra composición de cada personaje, reflejado en muy buenas actuaciones. La puesta es sobria, pero realizada con gran inventiva e inteligencia. Los intérpretes actúan pegados al espectador, en un escenario que parece incorporarlo.
La pieza cumple sin fracturas su misión, entretiene, invita claramente a la clara reflexión y al debate. Resulta una interesante opción en el ambiente off del teatro porteño. Cristian A. Domínguez
Sábados a las 23.30
Teatro Gargantúa
Jorge Newbery 3563 – Cap.
(011) 4555-5596
teatrogargantua.com.ar
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