Emilia Pérez (Francia, 2024, 130 minutos) – Género: Comedia, Musical – Reparto: Zoe Saldaña, Karla Sofía Gascón, Selena Gómez, Adriana Paz, Edgar Ramírez, James Gerard – Música: Clément Ducol – Fotografía: Paul Guilhaume – Novela: Boris Razon –Guion y Dirección: Jacques Audiard
Emilia Pérez es una ambiciosa propuesta cinematográfica experimental del francés Jacques Audiard que mezcla distintos componentes de la comedia, el drama y el musical. Su trama gira en torno de la historia de Juan «Manitas» del Monte, un mafioso mexicano que decide dejar atrás su vida criminal para cumplir su sueño: convertirse en Emilia Pérez. El cambio de identidad lo obliga a fingir su muerte, dejar atrás su violento pasado e inclusive abandonar a su mujer (Selena Gómez) y a sus hijos. Con el fin de llevar a cabo esta transformación, contrata a Rita Mora Castro (Zoe Saldaña), una abogada harta de la corrupción e injusticia de México.
El film recibió reconocimiento internacional en diversos festivales; fue premiado recientemente en los Globos de Oro en las categorías «Mejor Película en Lengua Extranjera» y «Mejor Película (Musical o comedia)». Asimismo, ha sido reiteradamente nominada por sus actuaciones, en particular las de Karla Sofía Gascón– quien interpreta tanto a Juan como a Emilia- y Zoe Saldaña. Sin embargo, estas interpretaciones, por cierto notables, no logran salvar por completo a la película de sus múltiples debilidades.
Si bien la premisa atrapa casi instantáneamente al espectador por su versatilidad al abordar temas actualmente relevantes como la identidad de género y la reinvención personal, la ejecución queda a medio camino. Los números musicales carecen de la energía, la creatividad y la cohesión necesarias para involucrar al espectador, especialmente al de habla hispana, que queda desorientado por los problemas de dicción que lo enfrentan a palabras casi incomprensibles. La insalvable interpretación de Selena Gómez resulta plana y poco convincente, contribuyendo a que el tono de la película oscile incómodamente entre lo serio y lo caricaturesco. Gratuitamente, la narrativa termina cayendo en un registro de comedia hasta perder el rumbo en la segunda mitad del film.
La historia del personaje de Rita, que actúa como legitimadora de las acciones de la protagonista, pierde el foco por su pobre y superficial desarrollo. Rita Mora Castro termina siendo un personaje de apoyo más que una figura autónoma, como se nos presentaba al principio del film; lo mismo sucede con el personaje principal, Emilia Pérez. Aunque la transformación de “Manitas” en Emilia debería ser el núcleo de la trama, el guion no profundiza lo suficiente en los conflictos internos y emocionales del personaje, y se convierte en un melodrama que desarrolla una historia típica del mundo de la mafia. El aspecto visual tampoco logra destacarse, con una fotografía que no le aporta profundidad cinematográfica al largometraje, con lo que resulta una experiencia sumamente monótona.
El punto más controvertido de esta película es su representación de la cultura mexicana. El propio director, de nacionalidad francesa, reconoció en una entrevista no haber investigado sobre el contexto social y cultural en que pretende desarrollar el tema del film. Así, la cinta perpetúa estereotipos simplistas sobre México: termina siendo una película sobre mafia que no se conecta ni con el espectador latinoamericano en general, ni con el mexicano en particular.
Emilia Pérez es un legítimo intento cinematográfico de explorar temas sociales importantes en un formato poco convencional. Sin embargo, sus fallas en el tono, la trama, la ejecución y la representación cultural la convierten en una obra inconsistente. Aunque su propuesta inicial resulta interesante, el producto final hace que este interés se desvanezca y deje afuera al espectador latinoamericano al que originalmente pretendía interpelar. Victoria Varacalli
Emilia Pérez en Cinemark Hoyts
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