Fiel reflejo de la vida de seres que luchan día a día para sobrevivir, sin salida visible, buscando escapar de ese limbo social, es el tema de esta comedia dramática. Escrita y dirigida por el joven talentoso Tato Cayón, la obra es mucho más que un paisaje de marginalidad, homosexualidad y jóvenes desesperanzados. Es una propuesta que revoluciona las emociones e impacta al espectador con jugosas interpretaciones.
En el equipo actoral sobresalen Aníbal Brito como el Rengo, quien se conduce con suma naturalidad interpretativa y mantiene muy bien su condición de incapacidad corporal; Luciano Rojas como el Rulo, muy visceral, componiendo con acierto y dicción acorde su rebelde personaje. Pero la pieza es otra con la aparición en escena de Alejandra Martínez en un trabajo colosal. Su personaje es un respiro dentro de la trama y es quien aporta los momentos más cómicos y disparatados desopilantes por su gran desparpajo.
La escenografia es muy real, representa un baño abandonado de una estación donde los personajes habitan de manera precaria, paredes azulejadas, una mesa endeble, un antiguo televisor con antena, una inestable alacena baja pegada a la pared, un viejo sillón de dos cuerpos que hace de cama y una ajada cortina que separa el baño contiguo. Complementa la puesta una apropiada iluminación y un vestuario que enfatiza la situación de calle de los personajes.
El relato demuestra que el amor puede existir en todo ámbito. Es una bella historia en la profundidad de una estación de tren de Buenos Aires, matizada con la desesperación de los personajes y hasta la posible incursión de alguno de ellos en el delito. De esta manera, la sensibilidad, la desconfianza, la camarería y la traición surgen durante la cruda trama, conmoviendo de principio a fin. Rompe barreras, modelos y estereotipos. Cristian A. Domínguez
Sábados a las 22
Centro Cultural El Deseo
Saavedra 569 – Cap.
(011) 4941-4954
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