ALFONSINA, exótica visión

Llamativa apreciación de Alfonsina Storni

AlfonsinaActúa: Viviana Suraniti – Vestuario: María D´Alleva – Iluminación, Dramaturgia y Dirección: Darío Cortés

Con una sencilla puesta en escena y un vestuario que va cambiando en las diferentes épocas elegidas para retratarla, Alfonsina Storni vive en la personificación de Viviana Suraniti. Los interesantes datos, desde su nacimiento en la montañosa comarca de Sala Capriasca, cantón Ticino de la Suiza meridional italiana, hasta su llegada a Buenos Aires; su juventud y la elección de la poesía como medio de vida; el momento de dar a luz; sus trabajos y pasiones; todo es expresado no sólo por el relato verbal, sino que se proyecta un texto mientras es tecleado por una máquina de escribir. Serían bienvenidas algunas correcciones gramaticales, más tratándose de retratar a una escritora, para no ensuciar el relato, que se percibe escrito con investigación, y es una pena que se escape algún tiempo verbal incorrecto o falte la tilde en un caso en que el monosílabo debe llevarla. Asimismo, es extraño escuchar a Alfonsina hablar de la primer Guerra Mundial –en vez de la primera- o decir dentro mío por dentro de mí.

Suraniti, como Alfonsina, va desgranando sus principales rimas, adquiriendo el sentido con que la poetisa impregnó sus escritos, ya se tratara de amor, de crítica, de un retrato de Buenos Aires o del momento en que –sabiéndose enferma- tomó la decisión de internarse en el oleaje de Mar del Plata. Esos poemas –Tu me quieres blanca, Hombre pequeñito, La loba, etc.- aparecen gradualmente mientras avanza la historia. La actriz lo hace informal y simpáticamente. Cuando habla, Suraniti emociona, encarnando a la Alfonsina sufrida, a la que separa sus escritos de su vida, a la que habla en nombre de las mujeres. Es allí -más que cuando recita- donde el sentimiento se apodera de la actriz para transmitir sus vivencias al espectador, aunque uno se pregunte si habrá utilizado la palabra soez que suena, o el brutal gesto del corte de manga, quitándole el encanto del tono que mantiene desde el inicio. Por otro lado, se la nota muy incómoda y temerosa de una caída cada vez que debe bajar o subir del mínimo practicable que le han puesto al borde del escenario.

Este viaje por el tiempo de Alfonsina –que incluye la voz de Mercedes Sosa-, imaginado por Darío Cortés, es un sensible homenaje a una mujer valiente y luchadora, con sus versos como todo refugio. Por eso no se entiende la proyección de  bisontes e indios en la pradera norteamericana junto a imágenes efectistas que -al compás de la morena cantante Concha Buika-, son el preludio de “Quisiera esta tarde divina de octubre…”, mientras la protagonista llena de pompas de jabón el escenario con unas maquinitas chinas, cuyo sonido y coloridas luces -junto a un reflejado caleidoscopio- distraen y alejan el clima intimista. El espectáculo cierra con Voy a dormir, su último poema, mientras se oye Agua Salá entonada por un grupo colombiano. Martin Wullich

ALFONSINA (teatro) - martinwullich.com

Se dio hasta fin de 2012
Teatro Auditorio Losada
Av. Corrientes 1551 – Cap.
Alfonsina en Wikipedia

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