A Tiger in Paradise (2023) – Duración: 78 min. – Género: Documental – País: Suecia – Música: José González – Guion y Dirección: Mikel Cee Karlsson
Mientras la televisión retorna a sus orígenes vinculados al directo, dejando paulatinamente de lado la ficción, las alternativas para ver películas por streaming se multiplican. Es que ha perdido sentido la idea de tener que estar frente a la pantalla a una hora determinada para ver un contenido, cuando se puede elegir lo que se verá en el momento en que se lo desee. La temporalidad de los consumos audiovisuales ha cambiado dramáticamente en pocos años. A las plataformas mainstream se suman propuestas de nicho, dirigidas a públicos específicos. Dentro de estas últimas se cuenta Mubi, dedicada a un cine menos comercial, que en ocasiones propone algunos títulos particularmente interesantes, como A Tiger in Paradise. En estos momentos la plataforma cuenta con una recomendable promoción.
Se trata de una película sueca estrenada hace unos meses, de la misma productora de Triangle of Sadness (fue esta referencia lo que nos llamó a verla), que nos acerca a José González, músico nacido en Gotemburgo en 1978, hijo de padres argentinos que abandonaron Argentina después del golpe de 1976. José creció escuchando a Silvio Rodríguez y a Pablo Milanés, mezclados con folclore latinoamericano y bandas hardcore como Black Flag, Misfits o Dead Kennedys. Tras integrar varios grupos de rock, desarrolló una carrera solista en la línea del indie folk que lo trajo incluso algunas veces a Buenos Aires.
José González es el protagonista exclusivo de A Tiger in Paradise. La película tiene la forma narrativa de un extenso soliloquio, a medio camino entre un documental y una autoficción. Ya en la primera escena, el protagonista declara sus antecedentes psicóticos: un estado en el cual no se puede separar la fantasía de la realidad. Y aquí comienzan las reflexiones, con un planteo de corte cartesiano, porque ¿qué son, en definitiva, la fantasía y la realidad? ¿Cómo saber cuándo se está en presencia de una o de la otra? ¿Cómo se le hace frente a un devenir caótico de los propios pensamientos?
Cuando caí en la psicosis, sucedió gradualmente. Mi mente se sentía como atrapada en un sueño, con su propia lógica distorsionada. Como si me hubiese despertado en una realidad completamente nueva, convencido de que todo lo que pensaba era cierto y real. Pero a veces pienso… ¿Cómo puedo saber si no está sucediendo de nuevo? ¿Cómo puedo estar seguro de que mis experiencias son reales? (…) Estar en estado psicótico significa tener un delirio personal, una experiencia del mundo exclusivamente propia, que nadie más comprende. Pero cuando un delirio se comparte con un grupo grande de personas, ya no se le dice psicosis: puede llamarse convicción, fe o creencia.
Una cuidada fotografía y un atractivo encuadre visual aportan el contexto en cuyo marco José González reflexiona sobre las paradojas del ser humano. La película fue realizada durante la composición de su cuarto álbum solista, Local Valley, una colección de canciones, con preciosas melodías, cuyos textos se preguntan quiénes somos, hacia dónde vamos. Cuál sea nuestro lugar en el cosmos. La ocasión de conocer la obra musical y poética de José González es razón más que suficiente para acercarse a ver este trabajo.
La película no pretende ser un recorrido por la carrera del artista, sino que retrata la intimidad y el pensamiento de alguien que, promediando la mitad de su vida, revisa su relación consigo mismo y con el mundo que lo rodea. La película tiene en este sentido una estética muy espiritual y austera, podría decirse que casi zen, muy acorde al tipo de música que la acompaña. Las canciones de González, al igual que algunas escenas ficcionales que el guionista y director Mikel Cee Karlsson va intercalando cada tanto en la narrativa, cubren con eficacia la doble función de dinamizar el relato en su devenir, a la vez que aportan oportunos comentarios.
En casi todas las religiones se cree en la vida después de la muerte. Es un enorme denominador común. Esta idea, obviamente, proporciona consuelo y esperanza. No importa lo poco realista que sea. … Pienso mucho en las ideas que se fijan, y nuestra tendencia a no cambiar de opinión, incluso cuando se nos presenta nueva información. O en nuestra tendencia a quedar atascados en patrones. Intento evitarlo, aunque mi esposa dice que lo hago todo el tiempo. Y que soy malo para las conversaciones triviales.
Incluso cuando sea difícil clasificar esta película, sí es posible decir que de trivial no tiene nada en absoluto. Plena de belleza, de pensamiento, de poética, de humanidad y de búsqueda, A Tiger in Paradise es una obra que merece ser apreciada con detenimiento, y acaso también ser frecuentada, regresando a ella cada tanto, para sopesar las nuevas conexiones que puedan surgir a partir de sus acentos. Curiosamente, los casi ochenta minutos de duración del film, que podrían ser descriptos como un monólogo interior, al mismo tiempo nos interpelan como si fuesen un diálogo. Un diálogo por demás fructífico.
En cierto momento, González habla de los memes y de las ideas, de un modo que nos permite intercambiar libremente un término con otro. Allí se plantea que las ideas también evolucionan a través de la selección natural, como si fuesen un organismo biológico, siendo tamizadas, desarrolladas y difundidas. Las ideas mejor adaptadas se propagan y convierten en dominantes. Señala que una idea puede iniciar una guerra, o justificar injusticias; que otras pueden reducir el sufrimiento o la vulnerabilidad.
Entonces se pregunta qué papel juega la música en este contexto de ideas sin fin. Si puede afectar en alguna medida el flujo masivo de la información. Y se responde que quizás sí, a escala microscópíca. No sin recordar que la interacción de muchas partes a escala microscópica puede formar estructuras complejas a nivel macroscópico, como en los sistemas biológicos vivos. De eso se trata esta película: es una idea, una serie de ideas, que si sabemos articular adecuadamente podrá transformarnos de manera positiva. Germán A. Serain
A Tiger in Paradise (Suecia, 2023). Guion, edición, fotografía y dirección: Mikel Cee Karlsson.
Duración: 78 minutos. Disponible en MUBI.
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