Es Federico García Lorca quien habla, el marica del título, con temor y valentía a la vez, expresando vivamente sus ideas, contando sus juegos y amores, confesando secretos y fracasos, reclamando y agradeciendo a su España, recordando perfumes y dialogando con su madre o con su padre, pero también con su verdugo y hasta con Salvador Dalí. La personificación de Pepe Cibrián Campoy con el vate español es tan sustancial que podrían ser ciertas cada una de las palabras que el actor imaginó, al escribir este texto de una poesía inenarrable, infinitas reflexiones y belleza sin par.
No es común que un autor pueda transmitir su pensamiento sino a través de su escritura. Pero Pepe, con su colosal histrionismo, abrevado familiarmente y en el transcurso de una vida dedicada a la escena, es capaz de dialogar consigo mismo y con los personajes, reales o no, que conforman el relato. Lo hace con naturalidad sentida interiormente, con inflexiones conmovedoras, gestos expresivos e irónicos mohines, manejando la más insondable circunspección y la más enérgica verborrea.
Durante poco más de una hora, en persistente crescendo, la agitación y el desasosiego llegan al alma del espectador sensible provocando estupor y éxtasis. En ese lapso han ido cayendo, una a una, las inspiradas hojas que desgranan lirismo y encanto, turbación y desconcierto, en una deslumbrante prédica por la libertad de pensamiento. Martin Wullich
Se dio hasta 2013
Teatro El Cubo
Zelaya 3053 – Cap.
(011) 4962-5402
teatroelcubo.com.ar
Marica en Alternativa Teatral
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