Un gigantesco tambor, dispuesto verticalmente, ocupa el centro del escenario en el armado de la Geidai Philharmonia Orchestra, que dirigirá Kazuki Sawa. Se trata de un wadaiko, un instrumento tradicional japonés, con una antiquísima tradición. Quienes nunca antes hayan escuchado su sonido se sorprenderán con su particular reverberación. Pero no se trata simplemente de un instrumento. En la antigüedad el wadaiko se utilizaba para enviar señales a la distancia, para acompañar a los guerreros en las batallas y para pedirle lluvia a los dioses. También tiene una presencia preminente en los templos budistas y sintoístas, pues se supone que su sonido conecta el mundo de los vivos con la presencia mística de los antepasados.
En concordancia con la celebración de los 125 años de amistad entre la Argentina y Japón, la Geidai Philharmonia Orchestra concretó su demorada primera visita al Teatro Colón de Buenos Aires. El arribo de la orquesta profesional de la Universidad Nacional de Bellas Artes y Música de Tokio, puso fin a un extenso paréntesis de casi seis décadas desde la anterior visita de una orquesta japonesa al país: en 1966 había actuado, también en el Teatro Colón, la Orquesta Sinfónica de la NHK.
En una sala colmada y con una notable predominancia de asistentes pertenecientes a la comunidad japonesa, el programa prometía tres obras, entre las cuales dos resultaban inmediatamente reconocibles: El Moldava de Bedrich Smetana y la Sinfonía N° 4 de Johannes Brahms. La tercera planteaba una sorpresa: un Concierto para tambor japonés de Isao Matsushita (1951-2018), titulado Hi-Ten-Yu, lo cual podría traducirse como «jugar en el cielo» o «juego celestial», con la participación de Eitetsu Hayashi como solista en wadaiko.
Desde su puesto de vicepresidente de la Universidad de Bellas Artes y Música de Tokio, Matsushita tuvo mucha incidencia en la gestión de la visita de la Geidai Philharmonia Orchestra a Buenos Aires. Lamentablemente su fallecimiento impidió que estuviese presente como parte de la comitiva, pero la interpretación de su concierto adquirió la forma de un sentido homenaje. La obra, compuesta en 1994 y orquestada como concierto en 1996, ocupó el lugar central en el programa y representó una experiencia musical absolutamente renovadora, cargada de significados ancestrales y de un carácter ritual que llamativamente muestra puntos de contacto con otras tradiciones geográficamente más cercanas, como algunas músicas autóctonas de la América precolombina.
Nacido en Hiroshima en 1952, Eitetsu Hayashi es uno de los solistas más destacados en el mundo de lo que genéricamente se conoce como taiko, expresión que abarca una extensa gama de instrumentos de percusión tradicionales. Su performance demostró un alto grado de musicalidad, pero también de destreza física: la ejecución no sólo exige fuerza, sino poner en juego el uso de todo el cuerpo para lograr que el wadaiko, que puede tener unos 300 kilogramos de peso, logre emitir una plena expresividad. Después de la obra de Matsushita, se sumaron a Hayashi otros dos percusionistas y ofrecieron una demostración conjunta del arte del taiko, desplegando un alarde de musicalidad y sincronía realmente asombrosa.
Las opiniones del público, en una rápida indagación, se mostraron divididas en lo que se refiere a las interpretaciones de Smetana y Brahms. La calidad musical de la orquesta es indiscutible, pero lógicamente hay una apreciación sensible diferente, a partir de la diferencia cultural. A quien escribe esta reseña la interpretación le pareció irreprochable, aunque hubiese preferido un programa dedicado íntegramente a repertorio japonés, porque a Smetana y Brahms es posible escucharlos por cualquier orquesta de cierto nivel, pero la fabulosa música original que ofrecieron los músicos nos transportó literalmente a otro mundo. En el final, como bis, la Geidai Philharmonia Orchestra ofreció la Rapsodia orquestal de Yuzo Toyama (1931-2023), que constituyó otro agradable descubrimiento. Germán A. Serain
Fue el 6 de diciembre de 2023
Teatro Colón
Libertad 621 – Cap.
(011) 4378-7100
Sitio Web Teatro Colón
Performance de taiko por Eitetsu Hayashi
Kazuki Sawa en Spotify
Características del wadaiko
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