25 AÑOS CON LA GAITA, celebra Santiago Molina

Una gran trayectoria, la música celta y un presente artístico en plena expansión

Santiago Molina, músico de ascendencia gallega, celebra 25 años junto a la gaita. Habla sobre su proceso creativo, la vida de conjunto con sus músicos, su vínculo con el público y un presente de conciertos con localidades agotadas. La gestión de redes sociales, a cargo de Ani —su compañera y productora—, se ha vuelto clave para acercar la música celta a un público cada vez más amplio.

Contame tu proceso creativo: dos canciones que nacieron de formas distintas, ¿cómo surgieron?Componer es un proceso fascinante que disfruto muchísimo, y en mi caso puede surgir de maneras muy diferentes. Muchas veces las ideas aparecen cuando estoy haciendo otra cosa: caminando, viajando o incluso cocinando. En esos momentos se me ocurre una melodía y enseguida la registro para no perderla. Después la desarrollo en el estudio, probando con distintos instrumentos y arreglos hasta que cobra vida propia. Así nació Por los bosques de Palermo, una de las piezas de mi primer disco Desde un nuevo lugar. Surgió literalmente de mis caminatas por esa zona de la ciudad. Grabé la idea en el celular y luego fui experimentando con diferentes flautas hasta encontrar la que mejor funcionaba.

En otros casos, el impulso es más intencional: aparece la necesidad de componer algo en particular y me siento con un instrumento específico a buscarlo. Un ejemplo es Acá y ahora, también de mi primer disco. Tenía la idea de escribir un set de reels irlandeses que sonara lo más tradicional posible. Empecé por la estructura y la base armónica en guitarra, desde donde fui explorando ritmos que me llevaran a melodías con un aire bien irlandés. En mi proyecto solista prefiero componer en soledad, y solo cuando tengo algo que realmente me convence lo comparto con el grupo, para recibir sus devoluciones y enriquecer la obra.

¿Dónde te ves en 10 años? ¿Cuáles son tus anhelos?
En 10 años espero poder seguir viviendo de la música y continuar siendo un privilegiado de hacer lo que me apasiona, que además sea mi modo de vida. Sobre todo en un contexto como el de Argentina, donde gestionar proyectos culturales se vuelve cada vez más difícil, me gustaría que tanto este proyecto como la música celta en general sigan creciendo en el país y la región, para poder realizar más conciertos, discos y difundirlos de la mejor manera posible.

Mi objetivo es continuar haciendo conciertos en Buenos Aires, expandirnos al interior del país e incluso a países limítrofes, grabando tanto música propia como versiones de música tradicional. También me interesa involucrarme en la música para series, películas y videojuegos. Y, pensando en grande, me encantaría llevar este proyecto a los grandes festivales de música celta en Europa.

¿Qué representan estos instrumentos para vos, por qué los tocas?
Me gustan los instrumentos que tienen personalidad e identidad propia. Cuando suena una gaita o un tin whistle, cualquiera puede reconocerlo, aunque no lo conozca en profundidad. Eso les da una magia única. Por ejemplo, cuando suena una gaita, todos saben que es una gaita y automáticamente transporta a Galicia, Escocia o Irlanda, según lo que evoque ese sonido en cada oyente.

Más allá de esa identidad clara, lo que realmente me entusiasma es llevar estos sonidos a otros contextos. Un ejemplo es la versión de Luna Tucumana en mi primer disco: con una gaita gallega reinterpretamos la zamba de Atahualpa Yupanqui. Estos instrumentos tienen una versatilidad que muchas personas desconocen, y explorarla es algo que me resulta realmente hermoso.

¿Cuando componés, viene a tu mente alguna imagen, historia o estado emocional?
Hacer música siempre me genera algo: a veces surge una imagen, un cuadro, una foto, un momento especial, una persona o un lugar. Por ejemplo, hace un tiempo escuchaba un slipjig irlandés que me encantó. Al buscar su nombre descubrí que se llama The Cock and the Hen (El gallo y la gallina) y, de inmediato, recordé un cuadro de mi abuelo donde pintó justamente a las gallinas de su casa. Me vinieron a la mente todos los detalles de ese momento: él en el patio, con su atril, la paleta en la mano, el guardapolvo azul manchado de óleo, y al fondo el gallo y la gallina bajo la parra. Ese cuadro es hermoso, y tengo la idea de usarlo para la portada de un single en el que haré una versión de esa melodía tradicional.

¿Cómo elegiste a cada miembro de tu banda? ¿Qué tiene de especial cada uno de ellos?
La banda se fue armando con el tiempo, y lo fundamental es que somos todos amigos desde hace años. El primero que convoqué fue Nico Sokolic, un grandísimo guitarrista con experiencia en música celta, muy profesional y responsable. Después se sumó Samu Izcaray, que con nosotros toca el bajo eléctrico pero también domina violín, viola y otros instrumentos. Como le gusta la música celta, lo llamé para que se sumara. Santi Liñares está desde antes que el proyecto se presentara en vivo, encargado de mezclar y masterizar prácticamente toda mi música. Tras el debut del primer disco sentí que faltaba percusión, y él era la persona indicada. Por último se incorporó Nico Pérez, amigo de más de 15 años, con quien compartí múltiples proyectos. En este toca bouzouki irlandés y whistles, aunque también maneja gaita, violín y prácticamente cualquier instrumento. Más allá de los músicos en escena, Ani desde la producción y los invitados cumplen un rol fundamental en cada show.

¿Qué es lo que más disfrutás de dar un concierto?
Hacer música en vivo y compartirla con amigos, familia y público es un placer enorme. Me encanta también la preparación previa: ensayos, armado del setlist, invitados, organización general. Todo para que al momento de subir al escenario solo quede disfrutar y concentrarse en tocar.

Cuando mirás al público, ¿qué te reconforta más de sus reacciones?
Es fundamental hablar con la gente después de cada show: saber cómo la pasaron, por qué vinieron y qué disfrutaron más. Ese feedback nos ayuda a mejorar y es muy reconfortante descubrir qué es lo que más valoran los espectadores.

¿A qué atribuís este furor por la música celta que te lleva a agotar funciones en Café Berlín y otros escenarios?
Más allá de la inmigración gallega, irlandesa o escocesa en Argentina, creo que la comunicación es lo que está marcando la diferencia. Estar presentes en redes de una manera más cercana, no solo con videos o fotos tocando, hace que el público se sienta parte. En eso Ani tiene muchísimo que ver.

¿Cómo fue ese camino desde tu primera clase de gaita hace 25 años? ¿Qué rol tuvo tu padrino?
Decir “25 años” suena rápido, pero el camino recorrido es enorme: experiencias, concursos de gaita en Galicia, giras, clases y conciertos con grandes maestros. Ha sido y sigue siendo un recorrido hermoso. Mi padrino Ricardo fue fundamental: él inició las clases de gaita y plantó la semilla. Gracias a su impulso, mi primo Matías y yo empezamos a estudiar, y pronto se sumaron también nuestros padres, Ireneo y Pablo, que terminaron tocando instrumentos de percusión.

¿Tenés padres o abuelos gallegos? ¿Cuál es tu relación con Galicia?
Tengo un bisabuelo que llegó desde una aldea cerca de Ribadeo, en la provincia de Lugo. Mi relación con Galicia es muy cercana: mantengo contacto con amigos que hice en mis primeros viajes hace más de 20 años, varios de ellos gaiteros con quienes hablo casi a diario.

Ani, además de ser tu pareja, forma parte del equipo de producción. ¿Cuáles son sus tareas?
Ani es uno de los pilares de este proyecto. Se encarga de la producción de los shows, la comunicación, los videos en vivo y el contacto con la gente. Muchas veces incluso participa en escena, y siempre termina bailando alguna muiñeira. Todavía me falta convencerla para que toque la gaita en algún tema, porque sí, ¡también la toca!

¿Qué nos promete la función del 4 de septiembre?
El show del 4 de septiembre en Café Berlín coincide con el mes en que tomé mi primera clase de gaita gallega, en septiembre del año 2000. Vamos a celebrar estos 25 años de camino musical con música de Galicia y celta en general, composiciones propias, baile en vivo y amigos invitados.

¿Cómo y cuándo lanzarás tu próximo disco?
La idea es comenzar a grabar el nuevo material a partir de octubre, con el objetivo de que vea la luz el próximo año. En los conciertos ya venimos presentando algunos temas y la recepción ha sido muy buena, especialmente porque la mayoría son composiciones propias.

Próximo Show:
Jueves 4 de septiembre de 2025 a las 20.45
Café Berlín
Av. San Martín 6656 – CABA
Comprar entradas

Sitio Web Santiago Molina

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