AFTERGLOW, voluble anarquía relacional

La exitosa dramaturgia del estadounidense S. Asher Gelman presente en la cartelera porteña

Afterglow Elenco: Fernando Cuellar, Darío Grasso, Adrián Lázare – Escenografía: Edgardo Sanjurjo – Autor: S. Asher Gelman – Traducción: Gustavo González – Iluminación y Dirección: Diego Ramos

Dos jóvenes esposos, Josh y Alex, viven juntos en New York. Uno es químico y trabaja en un laboratorio, el otro es director de teatro. Para complementar su familia esperan un hijo en un vientre de alquiler. Mientras tanto se animan a vivir nuevas experiencias. De hecho, 
Afterglow comienza con una relación sexual -el encuentro de la pareja con un joven masajista- y centra la atención en la total desnudez de los tres protagonistas, en un juego voyeurista frente a la platea. Uno de ellos logra mayor conexión con el recién conocido y comienza una relación de amistad con derecho a roce.

Lo aceptado en un principio por la pareja entra en conflicto al mezclarse sentimientos y convivencia con las peculiares demandas del tercero. El texto profundiza más en los celos y el egoísmo que en demostrar si una relación abierta puede mantenerse. La entrega  desenfadada de la desnudez masculina y la libertad con la que se retrata la intimidad gay superan la trama que va perdiendo frescura y dinámica. 

La muy actual obra de S. Asher Gelman pasó la prueba con éxito en varios escenarios estadounidenses -Los Angeles, Chicago y New York- y ahora tiene sus versiones latinoamericanas en Colombia y Argentina. Afterglow parece estar destinada al público gay, pero su trama plasma la naturaleza y la inestabilidad de toda relación en la era del sexo en bandeja y las citas a través de aplicaciones de contacto, con las dificultades para mantener una relación amorosa establecida. 

En una adaptación irregular de Gustavo González, la dirección de Diego Ramos goza en un principio de cierta dinámica. Los juegos eróticos y el uso de la ducha, junto a la música y los efectos lumínicos, crean una atmósfera interesante que decae gradualmente. A tal punto que en el final más de un espectador no comprende si la obra ha terminado. El diseño escenográfico de Edgardo Sanjurjo es muy imaginativo, genera un espacio abierto con  plataformas en desniveles que se transforman en la cama de la lujuria o la terraza para vislumbrar el paisaje citadino. 

Adrian Lázare se destaca actoralmente en las partes más dramáticas y resulta muy natural. Fernando Cuellar es quien más hábilmente sostiene la sensualidad en escena. Es muy rescatable la vitalidad de las emociones de los personajes y la exhibición del amor gay con orgullo. Cristian A. Domínguez

Viernes a las 22.45
(hasta fin de junio 2023)
Teatro La Mueca

Cabrera 4255 – Cap.
Duración: 70 minutos
(011) 2396-7013 
Entradas por Alternativa
Sitio Web S. Asher Gelman

Vota esta nota

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación / 5. Recuento de votos:

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Publicado en:

Deja una respuesta