La idea pergeñada por Paula Marull encuentra una estupenda recreación en el parejo grupo de actores. Cada personalidad está bien definida y marcada por su dirección, aprovechando el histrionismo individual en aras del trabajo grupal. El entretenido texto utiliza muchos guiños del lenguaje cotidiano, con mención de conocidas marcas e inteligentes juegos de palabras. La visita del joven y hermético hermano de la dueña de casa que ha querido escapar de las pueblerinas costumbres y abúlica vida en Chañar Ladeado le despierta un sinfín de recuerdos. Ella se plantea decisiones mediante insospechadas reflexiones, en una ciudad que la sobrepasa.
La actuación de María Marull es de una maravillosa naturalidad, manteniendo su campechana calma, pero con una atención de resguardo ante propuestas que no la convencen. Juan Grandinetti es muy elocuente, con su sola mirada que todo lo expresa, y hace una inolvidable composición del hermano sorprendido que, sin embargo, no se deja amilanar tan fácilmente y -llegado el momento- podría sorprender con alguna acción inesperada.
Florencia Braier interpreta magníficamente el desopilante personaje de la vecina, capaz de todo, que va in crescendo en su locura liberal, que no tiene ambages en decir y hacer lo que le pasa por su cabeza, intervenir ante una situación de riesgo o lanzarse muy decidida en los brazos de quien le guste. Con su llamativo vestuario, es quien marca el rumbo del desconcierto, como una solista estupenda muy bien acompañada por la orquesta. La prolija puesta en escena, la música elegida, la iluminación sutil, los tallarines reales y hasta la canción interpretada en guitarra y deleitablemente cantada por Grandinetti son aportes riquísimos, que completan el marco de esta pieza muy recomendable. Martin Wullich
Se dio hasta octubre 2013
Teatro El Kafka
Lambaré 866 – Cap.
(011) 4862-5439
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