Luego de presentar un ciclo musical acompañada por Francisco Huaricapcha en piano y Matías Sánchez en viola, la cantante, modelo y actriz Maga Huberman responde algunas preguntas sobre su formación y logros, y nos habla de una interesante trayectoria, aun con sus jóvenes 27. El pasado 3 de julio dio una gran función en Billie Club, el espacio del bar del Teatro Picadero, combinando temas propios y de artistas que admira. Su voz es suave, sutil, muy dulce, y cuenta con una presencia que acompaña la belleza de sus temas.
¿Cuáles son tus referentes musicales, Maga Huberman?
Tengo varios y muchas veces cambian según mis estados de ánimo pero, sin dudarlo, mi mayor referente es David Bowie. Después admiro mucho y sigo a varias bandas. Por otro lado, amo profundamente a cantantes femeninas como Adele, Annie Lenox, Patti Smith, Alanis y Fiona Apple.
¿Cuál fue tu criterio en la elección de tu repertorio?
Para este show, en particular, siento que el repertorio me eligió a mí. Fueron canciones que aparecieron a lo largo de estos tres años en momentos necesarios. Quiero decir que necesitaba escucharlas y sentirlas dentro para poner en palabras lo que me estaba pasando. Cuando me senté a elegirlas para el show, terminé de armar un rompecabezas. Pude leer, como capítulos de un libro, los momentos por los que había atravesado, e incluso resignificar algunos de ellos. El orden después lo fuimos armando; no llegaron así a mi vida, pero pude darles un sentido nuevo.
¿Cómo fue tu proceso de formación como cantante?
Estuve en contacto con la música desde que nací. Mis padres son músicos en sus tiempos libres y mi única hermana mayor es cantante y actriz también. Mis primeros contactos como cantante fueron con la comedia musical, pero creciendo separé las artes y profundicé mucho en los instrumentos musicales. Tomé clases de canto desde muy chica y en paralelo también comencé con clases de piano a mis 10 años. Desde ahí no paré. En mi casa siempre se cantó, en todos lados y en todo momento. Después incorporé el canto como herramienta actoral. Pero para mí cantar es hablar. Lo siento así… es contar, solo que con una melodía de fondo. No deja de ser un relato.
¿Cuál es el proceso de composición para cada tema propio?
Comencé a componer hace menos de un año. No tengo un proceso fijo, cada tema surge de una manera particular. A veces, es por una frase que digo como consecuencia de un pensamiento o situación aleatoria, y desde ahí comienza el juego. O estiro la frase, su significado, o corro al piano y arranco a jugar medio entrando en un loop solo con dos oraciones y un par de acordes. Otras veces, es el piano el que guía. Suelo sentarme a tocar todos los días y de vez en cuando aparece una progresión de acordes que me gusta y comienza el juego con eso. La mayoría de las veces, la intención muere al poco tiempo porque no le encuentro continuación y retomo días después, semanas después e incluso meses después y se terminan de completar. Mucho de eso descarto o queda solo en un juego de 4 palabras.
¿Sentís que en tus canciones se revela algo de tu historia y mundo íntimo?
Por supuesto. Siento que en el arte en general es así. Digo mi mundo se expande todo el tiempo, pero es ese mundo, el propio, el que le da sentido a mi actriz y a mi música. En mis canciones está bien claro todo lo que me está pasando por la cabeza y el alma al momento de escribirlas. Para mí está bien claro, por supuesto. Después a la hora de compartirlas entra el juego de qué es real y qué no. Y con el paso del tiempo, a veces me gusta jugar a cambiar el significado o la impronta con la cual las interpreto. Por ejemplo, cuando escribí mi primer tema estaba muy triste; ahora, al cantarlo, estoy en un lugar completamente diferente. Entonces, ahora el juego es otro, el sentir es otro, hasta la emoción con que cargo cada nota es otra. Y eso revela todo de mí, en todo momento.
¿Cuales son los temas que te inspiran en tus canciones?
Depende de lo que esté escuchando en ese momento. Y eso también va a depender de mis estados de ánimos. Pero suelen ser letras de algunos músicos contemporáneos como Sleeping at Last o Lizzy Mcalpine. Después está la parte más musical, la mezcla de estilos e incluso los arreglos. Eso es una conjunción de varios artistas.
¿Tus témas son sólo en inglés, o tenés algunos en castellano?
Siempre canté de todo. Pero en el armado de mi primer show y mis primeros temas, me gana el inglés. Es un idioma que uso tanto como el español en el cotidiano y para trabajar también. Tengo como objetivo sumar temas originales en español pero no quise forzar nada, deje que saliera lo que tenía que salir y de la forma que tenía que ser.
¿Se potencia tu vocación por la actuación con el canto?
Mi actriz se potencia con la música en general. Soy muy musical. Y el teatro también lo es. Hay pentagramas escondidos en todos lados. Todo está lleno de sonidos y de silencios. Entonces respondiendo a tu pregunta, sí. Ambas artes dialogan constantemente y me potencian a mí como artista. El cuerpo se mueve diferente, las palabras se articulan diferente y el silencio se transita desde otro lugar. Con la música, aprendí a valorar la respiración y los tiempos de cada cosa a la hora de actuar.
¿Tenés pensado lanzar un disco?
Lo tengo como objetivo. Esta segunda parte del año apunto a meterme en un estudio y producir mis temas. Tengo muy claro hacia dónde los quiero llevar y qué sonido crear.
Estás en permanente formación, Maga Huberman… ¿cómo ha sido tu camino en las artes?
Sí, todo el tiempo. Arranqué a hacer teatro musical a los 2 años y desde ahí no pare. En mi adolescencia me di cuenta que lo que más quería era actuar. Así que estudié arte dramático en la UNA y después artes escénicas en UADE. En paralelo tomé siempre clases de piano y de teatro. Algunos años tomé clases de canto, de danza e incluso de clarinete y acordeón. Al terminar mis estudios universitarios me dediqué de lleno al ambiente teatral, trabajé como actriz y también como productora. Ambas cosas sigo haciendo. Ahora, este año, empecé a tomar clases de bajo. Y siempre estoy leyendo y buscando aprender cosas nuevas que puedan complementar mi artista. Las clases de teatro las tomo todos los años y tengo la suerte de siempre trabajar en algún proyecto de teatro o participar en algo audiovisual.
¿Cuál ha sido tu camino en el modelaje?¿ Qué contacto tenés hoy con ese mundo?Mi faceta de modelo siempre fue algo difícil y desafiante. Mi primer trabajo fue a los 15 años para una marca de maquillaje conocida. Después por varios años me alejé. Este mundo me volvió a encontrar hace poco, en el 2020 y ahí comencé a trabajar mucho. Lo tomé como un ejercicio, un momento de enfrentarme a mis demonios corporales ya que me hicieron mucho bullying de chica por mi tamaño y altura. Con el modelaje dejé de lado mis propios prejuicios y empecé a amigarme con mi imagen. Eso empoderó mucho a mi actriz y me liberó en varios aspectos. Mi modelo potenció a mi actriz y la hizo todo terreno. Haber pasado por campañas eternas, con miles de personas, dónde te tenés que desvestir sin pensar mucho, hizo que me pueda sentir más cómoda y que todo me afecte menos. Hoy sigo trabajando como modelo, colaborando con fotógrafos y participando en desfiles. Me gusta la moda y me gusta saber que una niña como yo lo era, pueda verse y darse cuenta de que ser grandota está buenísimo. Porque cuando yo era chica, las modelos no tenían mis medidas y eso es algo que tenía que cambiar y tiene que seguir creciendo la visibilidad de cuerpos reales y diferentes. El concepto de belleza, y más para la mujer, siempre fue muy exigente e idealista. El arte siempre es bello porque está hecho por personas.
¿Cómo te resultó el ciclo en el teatro Picadero?
Fue un placer. El espacio es divino y la gente que trabaja ahí aún más. Para mí fue un honor dar mis primeros pasos en un lugar como El Picadero, al cual respeto y admiro mucho. Volvería mil veces sin dudarlo y la propuesta como tal es un hermoso plan para cualquier persona.
Facebook de Maga Huberman
Pinterest de Maga Huberman
Instagram de Maga Huberman
Canal YouTube de Maga Huberman
Comentarios