Respirar – Intérpretes: Irene Goldszer y Leandro Stivelman – Vestuario: Laura Poletti – Iluminación: José Pigu Goméz – Coreografía de movimientos: Juan Pablo Sierra – Dirección: Irene Goldszer
En el muestrario insólito de Teatro Bombón, muchas piezas sorprenden no sólo por su duración, ya que deben ceñirse a un máximo de 30 minutos, sino por el espacio en donde se desarrollan. A punto de entrar oigo a Juan Pablo Sierra –hábil responsable de los movimientos- decir que no hay un solo lugar más. Era cierto, la “sala” estaba llena… ¡y éramos 12!
Parece mágico esto de compartir una puesta en escena en un espacio que no supera los 6 metros cuadrados y deja apenas la tercera parte para el uso de dos protagonistas, a tal punto que es útil hasta el marco de la ventana. Parece increíble oír la respiración del título –Respirar – y por momentos tocar irremediablemente a los protagonistas. Y parece maravilloso lo que logran Irene Goldszer y Leandro Stivelman musical y actoralmente.
Sus voces, la guitarra, la expresión cantada de una sutil y deleitable poesía, las luces que ellos mismos manejan, el clima logrado, todo conforma una experiencia inusual de gran entrega. Prueba de ello es que incluso los pies desnudos y las manos de él han sido cuidadosamente preparados con pintura dorada, cuidando la teatralidad que es, en definitiva, la provocadora de esta magia momentánea. En su decurso hay estrellas que titilan, una princesa que quiere volar, y también muerte.
Se sale de esta salita -que quién sabe que secretos habrá cobijado cuando formaba parte de la vieja casona familiar, hoy iluminada con arte- como quien sale de una visita a íntimos amigos, sorprendido por su calidez y creatividad, lograda con elementos cotidianos puestos al servicio de una enérgica entrega. Eso es pasión. Se siente. Y se disfruta. Martin Wullich
Se dio hasta fin 2014
La Casona Iluminada
Av. Corrientes 1979 – Cap.
(cerró sus puertas en 2016)
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