ZONA CANCIÓN, ciudad y fábulas

Un nuevo territorio musical que combina palabra, música y teatralidad

Zona Canciu00f3n | De ciudad y fu00e1bulas | Parte 2 | Espel y Liut
Intérpretes: Oscar Albrieu Roca, Pedro Carabajal, Coti Moroni, Cecilia Pastorino, Lucas Werenkraut – Música original: Guillo EspelMartín Liut – Textos: Santiago Espel, Pablo Katchadjian – Puesta en escena: Laura Figueiras y Carla Rímola

Imaginario es el territorio donde Guillo Espel y Martín Liut despliegan una serie de obras propias que integran la escena, la voz, la palabra y los instrumentos. En la interesante propuesta, los dos compositores musicalizan los haikus -género poético de origen japonés, que se escribe, según la tradición, en tres versos de 5, 7 y 5 sílabas, sin rima- de Santiago Espel y Pablo Katchadjian, apoyados en la puesta en escena minimalista y contundente de Laura Figueiras y Carla Rímola, y generan una nueva zona o dimensión musical. Aprovechan el amplio escenario abriéndolo y cerrrándolo con toques tan antiguos como contemporáneos.

La canción se reinventa desde sus orígenes y por eso se expresa de diferentes formas. Por eso toma nombres que la hacen única, distinguible y apreciable, como madrigal, copla, balada, chanson, coral, aria, canzonetta, lied, rap, canción popular… En Zona Canción se habla en canción, lo que resulta original y divertido. Los haikus crean un texto dramático que combina música (instrumental y vocal), voz en su mayor expresión y materialidad, vestuario, escenografía, luces y origamis. Todos estos elementos se entretejen, se unen y se separan, produciendo un nuevo texto, arriesgado y sumamente singular y contemporáneo.

Traspasando fronteras de todo tipo, la escena es concebida casi como un cuadro, o diferentes situaciones que se suceden y delimitan la Zona Canción. La instrumentación es justa y sutil, algo oriental. Suenan un vibráfono, un clarinete y un cello. Los cantantes despliegan sus dotes hasta un territorio que podría ser ilimitado, incluso en la voz. Cecilia Pastorino nos deslumbra con colores, ruiditos y una precisión muy destacable donde también se expresa histriónicamente en un personaje que bien podría ser de algun cuento de Chejov. Lucas Werenkraut, su partenaire, despliega la voz con un registro extenso y un color muy propio.

La iluminación de Sergio Iriarte es impecable. También otros personajes cobran vida gracias a los origami de Alejo Wilkinson. Aires surrealistas, playa o ciudad, iglesia o restaurante, 1930 0 2060. Idioma fracturado por la canción. Territorio conocido y desconocido. Otra zona. Diferente. La de la canción. Grisel Bercovich

Se dio durante julio 2015
Hasta Trilce
Maza 177 – Cap.
(011) 4862-1758

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