VANITAS MARTE, poética y transgresión

Dos cuerpos desnudos interactúan en la obra de Agustina Sario y Matthieu Perpoint

Vanitas MartePerformance: Matthieu Perpoint, Agustina Sario – Cámara y Montaje: Joaquín Wall – Arte: Leandro Egido – Creación Sonora: Demian Velazco Rochwerger, Matthieu Perpoint – Dirección: Matthieu Perpoint y Agustina Sario   

Vanitas Marte está protagonizada por los artistas de performance, directores y coreógrafos Agustina Sario y Matthieu Perpoint en una co-producción del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA 2022) junto al Institut Français y Fundación Cazadores.

La instalación visual, que a su vez contará con la performance de los artistas en vivo, es la tercera parte del tríptico Vanitas, inspirado en el género pictórico característico del movimiento Barroco. En este capítulo final, Vanitas Marte abandona los ejes cuerpo-bosque (presente en Vanitas, quién te quita lo bailado, 2020), cuerpo-ciudad (Vanitas 2, 2021), alejándose del planeta Tierra para viajar a Marte.

Un paisaje en ruinas y una fuerte presencia de lo simbólico caracterizan a esta última obra de la serie que toma elementos de la video-danza y la video-performance para convertirse en una creación singular. Dos cuerpos desnudos interactúan. Las imágenes que crean son potentes, chocantes. El erotismo crudo se despoja de todo adorno y nos relata lo esencial de estos cuerpos que no cesan su diálogo, aunque este sea sin palabras.

 Agustina Sario es coreógrafa, docente e intérprete, asistente coreográfica en la Compañía Nacional de Danza Contemporánea del Ministerio de Cultura de la Nación. Actualmente realiza el Doctorado en Artes en UNA. Es Investigadora del IAE-Facultad de Filosofía y Letras, UBA. Ha trabajado en diversas compañías nacionales e internacionales: Mouvoir (Alemania), Krapp (Argentina), Cia Alexandra Bachzetsis (Suiza), Cia. Maguy Marin (Francia).

El rojo es el color del planeta Marte y tiene que ver con el hierro oxidado, ¿lo pensaron de esa manera?
Desde inicios de la búsqueda nos dimos el gusto de trabajar como queríamos hacerlo con el equipo  a partir de la experiencia de las Vanitas anteriores. Nuestro deseo era que desde el inicio del proceso de creación los diferentes planos estuvieran estimulados por la misma pregunta: ¿cuál es nuestro Marte? Y no que, por ejemplo, la corporalidad haga una investigación y la manera de filmar o pensar el espacio estén al servicio de eso.

Es decir, queríamos desafiarnos, perdernos juntos, conocernos en el instante más íntimo de bocetar, proyectar cada uno desde su lugar. Así, música, arte, espacio, modo de filmar, corporalidad, movimiento y luz empezaron a tirar ideas, deseos, bocetos donde todo se mezclaba, retroalimentaba o condicionaba. El rojo óxido apareció, como el rojo en sí y la emoción, vibración, corporalidad, imagen y sonoridad de ese color.

¿Cómo definirías a Vanitas Marte, como una obra de danza/video-danza o una performance/video-performance?
Retomando lo anterior, si bien cada cual viene de un campo, danza, video, iluminación, música, arquitectura y diseño, todos trabajamos para acordar en los puntos de encuentro que movían nuestro Marte, sacamos lo marciano que hay en nosotros. Quizá más que definir fronteras de disciplinas puso cada uno/a lo propio, a servicio de pensarnos como terrícolas en marte.

¿La serie de Vanitas surge con la pandemia?
Sí, la idea de partida, prepandemia, era un trabajo performático y audiovisual, aunque esos términos se redefinieron por la pandemia y por las demandas de las Vanitas. En 2020 teníamos dos subsidios (Fondo Nacional de las Arte y Prodanza) para crear Vanitas 1- quién te quita lo bailado que las circunstancias personales y pandémicas nos empujaron a alimentar el deseo de compartir algo muy propio. Vanitas 1 se filmó en el Parc Regional du Pilat, Francia, un lugar adonde Matthieu pasó su infancia y que desde que nos encontramos nos gusta jugar a perdernos ahí adentro. Eso nos hace algo físicamente, algo más grande que nosotros, algo que nos transforma,  y queríamos captar lo que nos sucede en el encuentro de nuestros cuerpos con ese bosque.

¿Podrías elaborar el concepto de Vanitas con respecto a las Vanitas, obras pictóricas del barroco?
Vanitas es un género pictórico que puede enraizarse en el Barroco y porta dos intensidades muy definidas, Eros y Tánatos, de ahí el Carpe Diem y el Memento Mori.

Las ganas de encontrar nuestras Vanitas están motorizadas por sentir el pasaje del tiempo, encontrarnos en lo que esperamos sea la mitad de nuestras vidas, y apreciar lo bello de esa transformación. Pero como somos muy corporales a estos ejes se agregó de inmediato el eje cuerpo-entorno, cómo se modifican y construyen mutuamente, como si no se preexistieran.

El rojo de la obra también tiene que ver con ese fluido que circula en cánulas o tubos, ¿cómo pensaron la simbología de ese líquido? ¿Sería símbolo de la sangre o sangre menstrual?
Sí al estar enmarcados en las Vanitas leíamos desde simbologías y hubo un deseo de todo el equipo, desde el inicio de ser esenciales, no anecdóticos o decorativos, encontrar aquellas materias que mueven lo que es Vanitas para nosotros. Mucho nació de pruebas, no de especulaciones racionales, pero la lectura simbólica y abierta a la vez, siempre estuvo.

¿Han pensado la obra con elementos se diría “pornográficos” o más bien “eróticos”?
No sé. No pensamos así. El devenir del proceso nos fue haciendo descubrir esa manera de expresión de Eros. Del encuentro, del amor a través de los cuerpos, ya que estamos vivos porque tenemos este cuerpo y nos encontramos con otra persona a través del cuerpo, quizá es más por ese lado que llegamos ahí.

¿Cómo han pensado ese paisaje lleno de escombros? ¿Se podría pensar como un pasiaje en ruinas?
Seguramente nuestra lectura del entorno está muy atravesada por todo el proceso de las Vanitas. Un pensamiento ecofeminista que entiende la tierra no como recurso sino como una continuidad de lo vivo, un entorno que no está para ser explotado, usado y vaciado, sino un entorno que nos pide un acuerdo con él, que nos pide escucha, conciencia e inteligencia de alguna manera, porque este es nuestro planeta, aquí en la tierra nacimos como humanos terrícolas y necesitamos acordar con nuestro entorno, cuidarlo para poder seguir viviendo. El proyecto a Marte desde una visión de conquista  tecnológico-capitalista es explotador, colonizador y nosotros nos planteamos otra manera de viajar a Marte, quizá como un viaje hacia el interior para llegar al exterior, un viaje hacia la conciencia.

¿Cómo pensás que se inserta Vanitas en el marco del FIBA donde se presentará?
Eso no lo sabemos, cuando creamos nos gusta pensar en la experiencia sensible de recepción del espectador, como puerta de entrada a compartir una zona de interés y que desde allí la habite con lo propio, con sus emociones, pensamientos, corporalidades….

¿Nos podés contar de la puesta presencial en Fundación Cazadores? ¿Cómo tienen planeada la intervención física en vivo y la disposición de las pantallas?
Vanitas Marte trae de nuevo la idea inicial de videoperformance y performance en vivo, pero de una manera impensada, de una manera que nos llevó a descubrir el proceso y las circunstancias de esta pandemia. Trabajamos mucho para entender el diálogo analógico digital, cuerpos en vivo, performance y audiovisual.

Se dio hasta 6 de marzo 2022
Espectáculo sugerido para mayores de 18 años

Fundación Cazadores
Villaroel 1438 – Cap.
(011) 4854 0240

Entrada libre y gratuita disponible
48 horas antes del día de función

clic en vivamoscultura.gob.ar

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