TOC TOC, años de risas

El reflejo de diferentes manías en franca clave de humor

Actúan: Laura Azcurra, Daniel Casablanca, Natacha Córdoba, Mauricio DayubJuan Grandinetti, Gimena Riestra, Jorgelina Vera – Vestuario: Sofía Di Nunzio – Escenografía: María Oswald – Iluminación: Adriana Antonutti – Autoría: Laurent Baffie – Adaptación: Jorge Schussheim – Dirección: Lía Jelín

La diferencia entre la cordura y la locura es cada vez más ambigua. Muchos dirían que a los personajes de Toc Toc les falta un tornillo, o unos cuantos… ¿Pero qué pasa si sus debilidades son sus fortalezas, si aquello que los hace únicos y vulnerables ante la sociedad es ese malestar que los aqueja y que los moviliza a vincularse con otras personas en la misma condición? Ellos son personas con trastornos obsesivo compulsivos que no pueden llevar una vida normal.

Se encuentran en la sala de espera de un consultorio y parece que ya el mero intercambio y la exteriorización de sus problemas es un paso adelante en la cura. El misterioso Dr. Cooper se hará esperar y ellos, ante la imposibilidad de huir del consultorio por la presencia de una exasperante secretaria, piensan en resolver sus trastornos en grupo.  María Auxiliadora, Blanca, Camilo, Alfredo, Lili y Otto resultan tan queribles que dan ganas de abrazarlos.

Cada participante de esta improvisada terapia tiene alguna obsesión y realiza rituales que le permiten lidiar con la angustia. Aquí encontraremos al taxista que todo lo contabiliza: increíble interpretación de Daniel Casablanca. También el que dice obscenidades de forma incontrolable: admirable trabajo de Mauricio Dayub.  Veremos a Laura Azcurra que construye su personaje con gran precisión.

Gimena Riestra y Natacha Córdoba llevan lo obsesivo a extremos insospechados: imaginar inundaciones o una fuga de gas en el hogar puede ser un gran tormento; querer limpiar absolutamente toda superficie que se toca y no atreverse a entrar en contacto con el prójimo es otro. Finalmente tenemos a Otto, un obsesivo que no pisa rayas y no soporta las asimetrías. Juan Grandinetti nos muestra en este rol una muy buena labor. La única aparentemente cuerda es la secretaria (Jorgelina Vera) aunque nadie será perfectamente decodificable en esta compleja trama.

Cumplidos ocho años desde su estreno, Toc Toc va camino a la novena temporada. Vale recalcar que esta puesta es la más exitosa del teatro argentino en los últimos 25 años en términos de público, desplazando de su podio a Brujas (otras muy concurridas fueron Drácula y Salsa Criolla). Ya fue vista por 1.500.000 espectadores en el país y sigue convocando nuevo público, entre curiosos y quienes quieren volver a verla.

La obra ha ido cambiando el elenco aunque algunos miembros siguien siendo los del elenco original. El texto de Laurent Baffie resulta eficaz y va por lo seguro: busca la identificación del público. Permite, también, el lucimiento de los actores, quienes llevan a cabo una tarea difícil, pero consiguen momentos brillantes en una obra que fluye y tiene excelente respuesta de la audiencia.

Fue su directora, Lía Jelín una de las primeras en creer en este guión, cuando muchos pensaban (incluso los mismos actores) que sería una obra para pasar el verano, allá por enero de 2011 cuando fue estrenada. “No trabajé nunca esta obra desde la comicidad. La trabajé desde el dolor y desde la imposibilidad, recursos que como en las películas de Chaplin hacen reír”, afirma Jelín “Esto no es ciencia, es teatro. Si en lugar de hacer reír se tratara de una conferencia sobre los TOC, la sala estaría en silencio y semivacía. […]

La obra habla de temas importantes, hace pensar, pero sobre todo divierte mucho”, sostiene Baffie, su autor, el humorista, guionista, director, actor  y animador francés, orgulloso porque su obra se representó ya en veinticinco países. Sebastián Blutrach, el coproductor del espectáculo en Argentina comenta: “El espectador se ve reflejado con partes de cada uno de los personajes, que son muy atractivos. Alcanza un punto ‘justo’ del sentido del humor y del ritmo, lo que hace que casi nadie quede afuera de la propuesta”.

La crítica de los diarios más importantes de Buenos Aires no fue particularmente entusiasta cuando la obra se estrenó y si bien resaltaron el trabajo actoral, también señalaron lo flojo, previsible y repetitivo del guión. Ahora bien, si supuestamente el guión es regular, ¿qué ha hecho que la pieza haya ganado este lugar de privilegio en la escena porteña  y en otros lugares del mundo?

La fórmula de Jelín, en el ámbito local, ha sido la de una muy buena adaptación, a cargo de su marido Jorge Schussheim y la elección del mejor equipo posible: los actores que integran Toc Toc han compuesto sus personajes casi de manera artesanal, con mucho esfuerzo y cuidado por el detalle. La puesta, diferente de la de París de dos horas y media y donde los actores se encontraban la mayor parte del tiempo sentados, ha sido un gran hallazgo. Para Schussheim la obra en sí misma es brillante y su modo de exponer el conflicto también lo es. Está escrita con enorme rigor y casi con método científico y racional, señala.

Carlos Ulanovsky  y Hugo Paredero escriben lo siguiente: “En un espectáculo de las características de Toc Toc es decisivo lo que pasa en el escenario, pero también es relevante lo que se ve y escucha abajo. El regocijado asombro ante la presentación de cada patología; el apoteótico festejo de los gags (…), la sorpresa imposible de disimular ante la vuelta de tuerca final; los bravos y los aplausos de pie al concluir cada función”. Para Daniel Casablanca, quien descolla en el rol de Camilo: “todo es absolutamente entendible porque es teatro popular y lo que escuchamos son emociones simples como las que despierta el teatro o explosiones ruidosas como las que genera el fútbol”.

Como cuenta la famosa anécdota de camarines, cuando John Ford visita al actor Edmond Gwenn en su lecho de muerte le pregunta cómo es morir. “Morir es fácil: la comedia es difícil”. Nadie sabe con seguridad qué es lo que hace reír tanto de esta pieza ni qué es lo que ha causado su sostenido éxito. Lo cierto es que es una comedia que ya se ha ganado un lugar en el corazón de los argentinos. “Cuando hiciste la función en vida de tu padre y luego sin él; cuando la hiciste sin ser padre, y luego de que naciera tu hijo…es que estás haciendo un éxito”, confiesa Mauricio Dayub en el rol de Alfredo desde el comienzo. Milly Vázquez

Se dio hasta 2018
Av. Corrientes 1283 – Cap.
(011) 4382-9140
multiteatro.com.ar

Fuente: Siete personajes en busca de un Toc Toc, de Carlos Ulanovsky y Hugo Paredero, Ediciones B, 2018.

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