Tito, la peor tragedia de Shakespeare – Elenco: Abian Vainstein, Juan Pablo Galimberti, Vanesa González, Manuel Lorenzo, Santiago Cejas, Federico Tombetti, Dario Chiocconi – Música: Leo Costa – Escenografía: Gabriel Díaz – Vestuario: Vanesa Abramovich – Iluminación: Luis Bolster – Fotografías: Miguel J Martínez – Autor: William Shakespeare – Dramaturgia: Marcos Arano Forteza y Gabriel Graves – Dirección: Marcos Arano Forteza
La obra Tito Andrónico fue escrita en 1593 por William Shakespeare y ha sido tildada como la más violenta y sangrienta de su autoría. La versión ofrecida encuentra una mirada renovada en la dirección de Marcos Arano Forteza. Junto a Gabriel Graves han creado una adaptación contemporánea, no tan pulida y de relato frenético, que nos traslada en algunos momentos al teatro antiguo y en otros a un show grotesco y circense, con muchas improvisaciones y participaciones del público.
Tito, la peor tragedia… tiene ingredientes para divertir, con represalias, delirio, picardía, mutilaciones, crímenes, y mucha sangre derramada. La versión, para resultar original, ha tomado ciertos riesgos y resulta difícil para la platea de gustos tradicionales. Por lo pronto la dinámica comienza a fluir desde el 3° acto, luego de un lento comienzo de una hora, pleno de desconcierto y recursos repetitivos.
El heterogéneo elenco se desangra casi en su totalidad sobre el escenario. Abian Vainstein es Tito Andrónico y defiende su logrado personaje, con una mixtura entre naturalidad y dramatismo. Vanesa González, de gran histrionismo, se desdobla en sus interpretaciones, aunque se la vislumbra más segura y enérgica cuando usa la máscara. El reparto lo completan Santiago Cejas, Dario Chiocconi, Juan Pablo Galimberti, Manuel Lorenzo y Federico Tombetti, quienes defienden sus personajes, no todos a la misma altura pero sí con simpatía y entrega, en general con resultado agradable. Los protagonistas entrelazan sus interpretaciones que van sumando intensidad dramática, y momentos de comicidad. El apoyo musical del talentoso Leo Costa genera un ambiente desenfrenado de electrónica y disco muy elogiable..
La puesta es moderna y llamativa, pero si de algo adolece es su extensa duración. La funcional escenografía de Gabriel Díaz conforma acertadamente los distintos espacios en donde transcurre la desbordada trama. Todo se mueve, se desnaturaliza, se desordena y se transforma en otra cosa. La iluminación de Luis Bolster contribuye a darle cierta belleza teatral al conjunto. Los distintivos ropajes diseñados por Vanesa Abramovich y las máscaras de Alfredo Iriarte otorgan la esencia del teatro clásico. La sátira es afilada y el espectáculo resulta desconcertante para algunos y exagerado para otros. Tito es una tragedia desmedida, a puro Shakespeare. Cristian Domínguez
Lunes a las 20
Teatro Picadero
Pasaje E. S. Discépolo 1857 – Cap.
(011) 5199-5793
teatropicadero.com.ar
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