SONETO, arte multidisciplinario

Confluencia de música, palabras y cinética luminosa en un nuevo espacio cultural

Soneto – Concierto para cuatro guitarras eléctricas, voces procesadas y escultura lumínica – Creación: Marcos Franciosi, Carolina Sagredo y Julien Hogert a partir de Sonetos de William Shakespeare y Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes – Escrita para: Nuntempe Ensamble (Ariel Elijovich, Andrés Vaccarelli, Pablo Botshauser y Manuel Moreno) – Voces grabadas: José Soza, Carla Achiardi, María González, Viviana Nass, Carolina Araya, Paz Nuñez, Diego Nuñez, Carolina Sagredo, Mariano Pattin, Haydée Schvartz, Juan Peltzer, Maite Dadda Franciosi, Yamil Dadda Franciosi, Daniela Trakal, Juan Carlos Tolosa, Abel Gilbert y Marcelo Delgado

Cuatro guitarras eléctricas, frente a sus respectivos atriles, aguardan a los intérpretes. Los guitarristas se ubicarán en una disposición de círculo cerrado. En medio de ese círculo, una extraña estructura de metal se yergue hacia lo alto, todavía inmóvil. No hay ningún frente que sirva de referencia. Alrededor de los músicos, cuatro o cinco círculos concéntricos, más amplios, invitan al público a ubicarse. Pedaleras, muchas pedaleras, delante de cada guitarrista, anticipan los sonidos que llegarán, procesados. Y también sonarán voces, muchas voces. Algunas se escucharán con la claridad propia de la palabra; otras, a la manera de texturas, significativas no por lo que digan, sino por cómo suenen.

Está por comenzar Soneto. Una experiencia inmersiva que combina una obra musical para cuatro guitarras eléctricas y voces procesadas, con una escultura cinética y lumínica operada en tiempo real. Se trata de una producción en la cual confluyen los trabajos de un equipo interdisciplinario de artistas provenientes de Argentina, Chile y Francia. La música fue creada por el compositor argentino Marcos Franciosi, especialmente para los intérpretes: Ariel Elijovich, Andrés Vaccarelli, Pablo Botshauser y Manuel Moreno. Ellos integran el Ensamble Nuntempe,  que desde sus inicios en 2008 se dedica a la interpretación de músicas contemporáneas utilizando guitarras de todo tipo. A los músicos se suma la actriz y directora de teatro chilena Carolina Sagredo, formada en la Universidad Finis Terrae y en el Centro de Investigación Teatro La Memoria. Y finalmente el francés Julien Hogert, artista graduado de la ENS Luis Lumière, responsable de la escultura lumínica móvil, formada por varillas y luces led, que se ubica suspendida sobre los músicos en el centro de la escena.

El espectáculo tuvo lugar ya sobre el final del año. Pero presagia una actividad por demás interesante en los meses por venir en el flamante espacio de ArtHaus, Centro de Creación Contemporánea, a tan solo una cuadra de Plaza de Mayo. Como una bienvenida metáfora, la antigua sede de una casa bancaria fue reconvertida en un lugar que se propone como un espacio de producción e investigación dedicado al cruce de las prácticas artísticas contemporáneas, para propiciar nuevas formas de experimentación. El proyecto, encabezado por el empresario y artista Andrés Buhar, se propone como un lugar de exposición, auditorio de conciertos y laboratorio de disciplinas escénicas y multimediales, dedicado a la creación artística y performática. 

Soneto sintetizó a la perfección el espíritu de esta iniciativa. En la obra, una pluralidad de voces se superpone con las exploraciones musicales que los músicos realizan con las guitarras, ofreciendo veladas referencias al carácter imprescriptible del amor y el desamor. Las palabras, algunas pregrabadas y otras procesadas en tiempo real, enunciadas por los propios músicos, remiten a una selección de sonetos de William Shakespeare y a los Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes. El efecto es hipnótico. Cada espectador es el responsable de generar un sentido propio para lo que escucha y observa. Sin embargo, ¿acaso no sucede esto con cualquier obra de arte?

Lo que escucha y lo que observa. Porque además del desarrollo sonoro está el componente visual, completando un concepto holístico que integra música, espacio y tiempo. La estructura metálica central, de diez metros de diámetro en su parte superior y seis metros de altura, se mueve, se desplaza, se ilumina, se apaga y vuelve a iluminarse, girando por encima de los músicos y los espectadores, acompañando los sonidos. Por momentos los extremos metálicos nos hacen imaginar las patas de una enorme araña robótica, proveniente de otro mundo. La impresión es notable: las evoluciones de la escultura, tanto en su movimiento como en su desarrollo lumínico, remiten a una poética de lo vivo, de lo orgánico, que se combina en una unidad totalizadora con el devenir musical y con las palabras.

La muerte matarás y ya no habrá más muerte… De vez en cuando, alguna frase en particular hace sentido en nosotros, de manera puntual, y queda resonando en nuestra conciencia. Intuimos que otras personas, sentadas en otros puntos de estos mismos círculos que ocupamos, rescatarán en ese mismo momento otros sentidos posibles. La proximidad es un elemento crucial. Proximidad con los músicos, con la escultura cinética, con los otros oyentes y espectadores. La disposición circular enfatiza la experiencia: según dónde estemos ubicados, la obra será diferente, pues estaremos más cerca del retorno amplificado de un guitarrista o de otro. Se escuchan frases distorsionadas, hay palabras que se adivinan, otras suenan dichas en francés… Soneto es una lección de semiótica. Es arte en articulación con la creación de un sentido posible entre cientos. Es arte vivo, en un mundo que necesita, desde siempre, encontrar símbolos que signifiquen y nos digan algo.  Germán A. Serain

Soneto, de Marcos Franciosi
Sitio Web de Nuntempe Ensamble
Nuntempe Ensamble en Spotify

Fue el 2 y 3 de diciembre de 2022
ArtHaus
Centro de Creación Contemporánea

Bartolomé Mitre 434 – Cap.
Facebook de ArtHaus

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