ROTA, más allá de las lágrimas

Talento excepcional para contar una historia atravesada por el dolor de una madre

RotaActúa: Raquel Ameri – Vestuario y Escenografía: Magalí Acha – Iluminación: Julio López – Música y Sonido: Rafael Sucheras – Dramaturgia: Natalia Villamil – Dirección: Mariano Stolkiner   

Rota en el cuerpo, rota en el alma, una mujer está dolida con el peor de los dolores: su hijo mató a su novia y luego se suicidó. ¿Qué sucede cuando la madre del monstruo se queda sola y es señalada como loca? ¿Puede la falta de amor enloquecer? Esta no es una obra que habla solamente de la violencia de género; es un viaje al mundo interior de la protagonista, un mundo frondoso en imágenes, recuerdos y poesía.

Se podría pensar que Rota por momentos es cruda, aunque el componente lírico del texto hace que se tolere la angustia que nos provocan las escenas más fuertes, donde se nos habla de violencia. En este sentido, el texto de Natalia Villamil es equilibrado, no cae en excesos y el relato no resulta chocante, sino más bien impacta por la contundencia de las palabras, la minuciosidad con la que se describen detalles que apelan a la emoción y la forma que Raquel Ameri encontró de decir estas palabras con su cuerpo.

La actriz se zambulle en el dolor de una madre y lo hace con un talento excepcional. Logra traducir su sentimiento en el cuerpo, con cada gesto, movimiento y pose. Un guion no ajeno a las sutilezas y las metáforas le permite a Ameri encontrar varias aristas en su personaje, diferentes registros conviven en el lenguaje de esta madre.

Mariano Stolkiner en la dirección se destaca por su lucidez al abordar textos duros y complejos. La temática de la violencia de género ya estaba presente en Zoraida, que formó parte de la programación del teatro El extranjero. El director se acerca a estos aspectos dolorosos que otros preferirían no mirar (es interesante su trabajo de la obra de Sarah Kane, por ejemplo). Dirige su mirada justamente hacia lo que más perturba a una sociedad: la locura, la violencia, la extrema soledad y la marginación.

Los aspectos técnicos de Rota han sido muy bien resueltos con luces y proyección, y una música que sabe realzar el poder de las palabras. La acción podría transcurrir en la casa de una mujer que transita su soledad de la única manera que puede. Y son las palabras las que la sostienen. Su relato de los hechos, sus reflexiones, la ayudan a no caer en el olvido, a sobrevivir a la peor pesadilla imaginable. Un trabajo destacable de actriz y director, que con gran entrega apuestan a esta pequeña historia, se termina convirtiendo en un reflejo de lo que muchas madres atraviesan.

El arte actúa de espejo y también nos resulta catártico. Más allá de lo que pueden expresar las lágrimas, la mirada y las palabras de esta mujer serán capaces de expresar lo no dicho, e irán mostrando las capas del dolor como mantos que envuelven. Milly Vázquez

Sábados a las 20
Teatro El Extranjero

Valentín Gómez 3380 – Cap.
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