Rodeo – Actúa: Germán Rodríguez – Vestuario: Inés López – Iluminación: Leo D’ Aiuto – Música original: Nicolás Falcoff – Autoría y Dirección: Agustina Gatto
El trabajo actoral de Germán Rodríguez es excelente. Desde el momento en que el público entra a la sala propone un contacto visual, que se repite a lo largo del anecdotario, incluso provocando con un «¿qué pasa?», en tono casi amenazante.
Después de hablar de sus orígenes, de los integrantes de su familia, de su infancia, de recuerdos de todo tipo, entre los que hay hasta un asalto en donde pierden la vida unos tíos, con total parsimonia continúa la letanía de cuentos o leyendas que se tejen alrededor de su persona en tierras como Oklahoma o Wyoming. Las cuenta convincentemente, expresa muy bien, es elocuente en sus miradas, en sus movimientos donde calca vivencias cotidianas, aunque a veces cambie de tonos americanizados a provincianos acentos argentinos.
Sin embargo, lejos están nuestra geografía, nuestras costumbres, nuestra idiosincrasia, de los avatares que cuenta el cowboy de Rodeo. Lejos está de atrapar un texto que no conmueve, que oscila entre el drama y la comedia sin definir su camino, que no tiene hondura, ni siquiera trascendencia para quien se aleja de su Texas natal con la idea de ubicar un big ranch en algún perdido paraje del sur argentino.
Con una puesta en escena estática, solo contrastada por el único momento donde suena una guitarra rasgada parsimoniosamente, las vicisitudes vividas por el vaquero cuya familia ha ido desapareciendo en aras de la ley del más fuerte, no tienen atractivo alguno, son anécdotas aletargadas, no hay conflicto. Martin Wullich
Se dio hasta julio 2011
Teatro No Avestruz
Humboldt 1857
(011) 4777-6956
noavestruz.com.ar
Similar a nuestras jineteadas, el rodeo es un deporte ecuestre tradicional de Estados Unidos. Consiste en montar a pelo potros salvajes o reses vacunas bravas (novillos y toros) y realizar diversos ejercicios, como enlazar, domar, etc., sin matar al animal.
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