ORQUESTA DEL MOZARTEUM DE SALZBURGO

Estupendo inicio de la 60ma. Temporada del Mozarteum, con la dirección de Matthew Halls y la pianista Elena Bashkirova.

El festejo de las 6 décadas del Mozarteum, con invitación a una copa de champagne para todos los asistentes, no pudo tener un prólogo más acertado para un año promisorio. La Orquesta del Mozarteum de Salzburgo sonó con una delicadeza exquisita, evidenciando el estupendo trabajo en equipo de sus integrantes, con la acertada dirección del norteamericano Matthew Halls. Acorde con el nombre de la institución, el homenaje a Mozart fue completo –exceptuando el bis de la solista- y comenzó con la impecable ejecución de la obertura de la ópera La Clemenza di Tito, para continuar con el Concierto para piano No. 21, uno de los más celebrados del compositor austríaco.

La pianista rusa Elena Bashkirova impuso su personalísimo toque, que destacó sobre todo en el movimiento Andante, expresado en forma sublime. Antes de sentarse otra vez al piano para hacer el bis, aclaró lacónicamente: “No Mozart… ¡Schumann!” Y tocó Des Abends, primera parte de la Fantasiestücke op. 12 de Robert Schumann, bien interpretada, aunque sin llegar al encanto de la pieza principal.

El cierre fue la Sinfonía No. 40, otra de las conocidísimas piezas de Mozart, que la Orquesta tocó brillantemente. El bis se hizo con la Obertura de Las bodas de Figaro, y resultó tanto o más aplaudido que el resto del concierto. Halls dirige con exultante energía, como siguiendo una coreografía, sin podio y sin batuta, elevando sus pies casi en punta. Siempre se lo ve alegre, disfrutando lo que hace, consciente de la entrega a la mejor interpretación, que en este caso fue un gran homenaje a Wolfgang Amadeus. Martin Wullich

Fue el jueves 10 de mayo de 2012
Teatro Colón
Libertad 651 – Cap.

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