YO NO DUERMO LA SIESTA, inocencia interrumpida

La rebeldía infantil vista con crueldad e ingenuidad

Yo no duermo la siestaActúan: Mauro Alvarez, Agustina Cabo, Laura Grandinetti, Sandra Grandinetti, Luciana Grasso, María Marull, Marcelo Pozzi – Vestuario: Jam Monti – Escenografía: Jose Escobar, Alicia Leloutre – Iluminación: Matías Sendón – Coreografía: Silvia Gomez Giusto – Dramaturgia y Dirección: Paula Marull

Natalí es una chica fina; al menos eso parece. Se disfraza de hada y se viste de rosa. Su amiga Rita, menos refinada y más espontánea, le sigue la corriente y se somete a juegos que no son tan inocentes como aparentan. Natalí tiene una personalidad más bien mandona y a ella le encanta dar instrucciones. Aníbal, tío de Rita, tiene necesidades especiales, y Natalí saca provecho de la situación.

Dorita es la empleada, con una paciencia sin límites. Se la ve triste y ensimismada pero siempre da lo mejor de sí. La familia le presenta dificultades permanentes y tiene una patrona poco comprensiva. Pronto se desencadenan situaciones descabelladas, como la supuesta operación a un perro, y las niñas se muestran con las manos ensangrentadas. Pero eso no es lo peor; sacarán provecho del más débil en otro episodio con el tío Aníbal y, como siempre sucede, será Dorita la que sacará las papas del fuego.

La imaginación como vía de escape siempre aparece en estas historias donde los chicos son víctimas de los problemas de los adultos. Natalí quiere volver a su casa pero sabe que tendrá que afrontar temas difíciles, que algo feo pasará. Por eso la familia de su amiga la retiene. Cuando en nuestro entorno cotidiano algo falla, tendemos a replicar esas situaciones con un tercero. Por eso el comportamiento de Natalí se torna entendible; descarga con otros la bronca que no puede manifestar en su hogar. El novio de Dorita hará una aparición inesperada y Natalí nuevamente se meterá en lo que no le corresponde. Afortunadamente, las situaciones se resuelven con mucho humor y no se producen daños severos.

Las actuaciones de Laura Grandinetti y Luciana Grasso saben conquistar el corazón de la audiencia. María Marull también nos muestra un costado muy humano y su personaje desborda de ternura. Marcelo Pozzi realiza un trabajo admirable como Aníbal. Sandra Grandinetti y Mauro Álvarez resultan asertivos en sus roles secundarios. El texto de Paula Marull, quien también dirige la puesta, nos ofrece una mirada muy rica y sensible. Yo no duermo la siesta es una comedia con contenidos profundos. Los personajes tienen varias capas y, al modo de una cebolla, se irán revelando una tras otra para dejarnos con esta radiografía de las relaciones y las costumbres, que nos permite gozar de la experiencia teatral y, al mismo tiempo, recordar momentos de nuestra propia historia como niños. Milly Vázquez

Lunes a las 20
Teatro Astros
Av. Corrientes 746 – Cap.
(011) 4862-1167
Entradas por Entrada Uno

Estrenó en Espacio Callejón

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