NELSON FREIRE (1944-2021), muestra el camino

La partida del pianista brasileño y un álbum para escuchar y reflexionar

Los homenajes tras la partida (el pasado 1 de noviembre) del brasileño Nelson Freire, uno de los más grandes pianistas de nuestro tiempo, son conmovedores por la dimensión alcanzada. Para los pianistas y amantes del piano, el sentimiento de tristeza y pérdida es inmenso. Referencia para la expresión de composiciones de Chopin, Schumann, Beethoven, Liszt, Villa-Lobos, Debussy… Nelson Freire es un refugio para la belleza. La forma vocal de construir su sonoridad nos lleva a un timbre inmediatamente reconocible. Un timbre obtenido por una idea interna del sonido que refleja su personalidad discreta, elegante y cariñosa. Así era Nelson Freire, así su música.

Cómo explicar los lazos que unen a un intérprete con un compositor y la química que los atrae; más aún cuando están separados por el tiempo y el continente. Sobre esta relación con el compositor francés el propio Nelson Freire explica: “Debussy desencadenó la historia de amor entre el piano y yo…” (Olivier Bellarmy, 2008).

En este momento, escuchar su música es sin duda la mejor manera de rendir homenaje a este gigante. Así pues, aconsejo escuchar y reflexionar con el álbum Debussy Nelson Freire | Decca 2008, que reúne los Preludios (Libro I), la pieza D’un cahiers d’esquisses, el ciclo Children’s Corner y Clair de lune (de la Suite Bergamasque).

D’un cahiers d’esquisses podría traducirse como “En un cuaderno de croquis” y esta breve pieza está estratégicamente colocada en la parte central del álbum. Fechada en 1904, es todavía hoy una de las páginas menos conocidas de Debussy y -según el título- el compositor parece realizar un esbozo, una especie de laboratorio de experimentos en sonoridades, timbres y enfoques del teclado. La libertad formal es clara y los elementos, independientes entre sí, se presentan en el transcurso de 54 compases de música. Es su primera composición para piano solo escrita íntegramente en tres pentagramas, es decir, en tres capas sonoras distintas. Constituyen, en este sentido, experimentos para algunas de sus futuras composiciones y marcan la fase de madurez del compositor: libertad formal y armónica, indicaciones de búsqueda de efectos distintos de ataques y timbres, y también numerosas indicaciones de tempo y matices dejados para guiar al intérprete.

Todas estas instrucciones nos llevan a un nuevo instrumento, un piano que contradice su propia configuración percusiva, un piano sin martillos, que exige al intérprete explorar con gran precisión la superficie del teclado y en algunos momentos sólo aflorar las cuerdas. Eso es exactamente lo que encontramos en la interpretación de Nelson Freire, que nos presenta este instrumento imaginario y lúdico… y cuando cerramos los ojos y abrimos los oídos podemos sentir el perfume de sonoridades secretas nunca antes visitadas.

El mismo disco también nos remite a una declaración hecha en una entrevista concedida al pianista Alexandre Dias en 2019 para el Instituto Brasileño de Piano (IPB), donde afirma “tocar el piano es como jugar…” (“tocar piano é como brincar…”) esta era la relación que tenía con el instrumento desde la infancia, el piano era su mayor “brinquedo”. En Children’s Corner (1908) -obra especialmente querida por Nelson- que Debussy dedicó a su hija Chouchou (1905-1919),  mostrándonos sus juguetes y facetas para cada número del ciclo, Freire despierta al niño dormido que vive en nuestros corazones.

nelson freire martha argerich pianista

Nelson Freire y Martha Argerich

De esta relación de pureza y sinceridad menciono la sólida amistad con la pianista argentina Martha Argerich, a quien conoció cuando llegó a Europa a finales de los años 50. Freire llegó a afirmar que Martha era su “alma gemela”. Una amistad de toda la vida, teniendo el piano como pasión común, realizaron muchos conciertos, grabaciones que se convirtieron en una referencia, y el dúo se consagró por su complicidad, llevando a los oídos más avispados a confundir la sonoridad de ambos, tal era el entendimiento entre ellos.

El legado que Nelson Freire deja al piano y al mundo de la música es inmenso. Su testimonio de vida dedicado por entero a la música nos enseña la importancia de valores como la sencillez, la bondad y la fidelidad, valores que seguirán reflejándose en la eternidad de su arte. Danieli Longo Benedetti

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